No hubiera sido justo que la temporada terminara con una victoria que endulzara o suavizara el final porque ha sido tan lamentable, que lo mejor que se puede decir de ella es que ha terminado y que hay que aprender para que no se vuelva a repetir. Y nada de olvidar. Esto no se puede olvidar, hay que saber pasar página pero no olvidarlo. No es que estuviera deseando la victoria del Villarreal, como podrán entender, pero ahora que ha terminado, puedo escribir con toda la mala leche del mundo que Layhoon y Peter Lim merecían un final de tal tristeza porque han hecho méritos para ello y para más. Hace dos años tiraron por la borda un proyecto que era la envidia del fútbol español y con esto no me pongo en plan nostálgico a echar de menos a uno u a otros, es más bien la rabia e impotencia que da ver el resultado de tanta insensatez, al tiempo que veo cuánto hay que reconstruir y la desventaja que tenemos respecto a equipos como, por ejemplo, el Villarreal, que por segundo año consecutivo se ha metido en Europa en nuestras propias narices y además con toda justicia.

Tocaba derrota ante un equipo que ha demostrado ser mejor porque está más hecho y tiene las ideas claras, tocaba poca gente en la grada y tocaba bronca al final. Es lo que han sembrado. Y ojo, tomen nota, estos son los futbolistas que cuando terminó el encuentro fueron al centro de Mestalla a dar la cara: Cancelo, Zaza, Jaume, Gayà, Medrán, Soler, Mangala, Nani y Santos. Y sobre todo, tocaba que Aderllan Santos fuera el protagonista negativo de la derrota porque él mejor que nadie para definirlo como la vivificante caricatura de la gestión de Meriton, futbolistas que no valen, sin experiencia en la Liga española y pagados a precio desorbitado. Sé que hoy mismo empieza otro Valencia a de la mano de Marcelino, y como ejemplo de que a peor no podemos ir valga decir que siendo entrenador del Villarreal el técnico asturiano descartó fichar al amigo Aderllan por la mitad de lo que Lim y Nuno pagaron para el Valencia. De Marcelino me fío, de Lim ya no. Espero que le den al técnico lo que pida.

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