Recién aterrizado de Singapur y en una entrevista a los compañeros de Onda Cero Valencia Marcelino ha dejado muy claro que la cuerda a seguir es la suya. El asturiano es entrenador y lleva la exigencia en las venas y no como Mateo Alemany, que solo la ejerce de boquilla, pero de eso hablaremos otro día porque hoy toca recalcar que Marcelino ha dejado claro que no va a permitir que no le hagan un buen equipo. Se juega demasiado como para salir trasquilado del Valencia que, no lo olvidemos, es el equipo más grande al que ha entrenado jamás. Eso, y la manera en que salió del Villarreal, le obliga a no poder meter la pata. Marcelino está ante su mayor reto profesional y no le tiembla el pulso. Pide, pide y pide. Y pedirá, pedirá y pedirá.

El dueño no va a poner dinero, y lo sabe, pero él pide. Si alguien cree que a estas alturas de su carrera y con lo que se está jugando sus palabras no están perfectamente medidas y no obedecen a un plan, que siga en lo alto de la palmera, pero la sucesión de hechos es la que es: Llega la semana del 19 al 25 de junio, con la pretemporada prácticamente encima y el Valencia todavía sin arrancar, aparece el lunes el director general en público y pide paciencia, al poco Marcelino se va a Singapur donde pasa dos días con Peter Lim y sin el director general -dato a tener en cuenta- y a la primera que le ponen un micrófono delante después de saber que el dueño ha dicho que para poder fichar primero hay que vender, lo que hace es pedir una inversión y decir que espera tener buenas noticias en breve. Chico, blanco y en botella, le está metiendo presión a Mateu Alemany. «Si el Valencia ha quedado el 12 y queremos reestructurar la plantilla, para traer buenos futbolistas hay que realizar una inversión» dice en Onda Cero después de recordar que tiene toda la confianza de Peter Lim. Por eso cuando le dicen en la entrevista cómo es la inversión pone el freno porque a él le da igual de dónde sale el dinero, si es vendiendo jugadores que no cuentan o si llega inyectado directamente desde Singapur, Marcelino está pidiendo lo que necesita para hacer un Valencia competitivo y le está diciendo a Mateu Alemany que se ponga las pilas. Y eso de que espera «buenas noticias» en los próximos días no puede ser otra cosa que alguna venta que permita arrancar definitivamente la planificación con dinerito fresquito. ¡Inversión! Lo mejor de todo es cuando dice que no está nervioso porque a estas alturas de verano no ha habido cambios sustanciales en la plantilla, pero que si estuviéramos a principios de agosto y la cosa siguiera igual no estaría un poquito nervioso, «estaría muy nervioso». Toma nota Mateu, eso va por ti.

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