Si hay que convencer a un futbolista para que venga al Valencia mejor buscamos otro. Es fácil decirlo y difícil hacerlo, pero a poco que hayas estado unos años viendo partidos de fútbol, te das cuenta de que si no tienes a Messi, Modric, Isco o Neymar, la única manera de plantar cara y competir es haciendo un grupo de futbolistas que entiendan que jugar en ese equipo en cuestión es la oportunidad de su vida. Si a los dos años viene otro más grande a buscarlo y le da más dinero y opciones de ganar más títulos, o directamente le da opciones de ganar títulos, es otro tema porque para que venga ese equipo grande y poderoso, primero tiene que hacerlo bien en el presente.

Volvemos atrás y al debate de la implicación. De hecho, si eres capaz de tener plenamente implicados a futbolistas como Messi, Iniesta y Neymar, o Cristiano, Isco y Modric, hasta te puede dar para ganar casi todo lo que se te ponga por delante. Si peleas y tienes a Vicente, Albelda, Baraja, Ayala o Cañizares puedes hasta ganar la Liga, pero peleando. La cara de felicidad de Mateu Alemany el día que presentaba a Neto de manera oficial como nuevo jugador valencianista nos decía eso mismo; Neto está ahora en el Valencia porque se ha mojado para vestir esa camiseta y así ha de ser con el resto de fichajes.

¡Un acierto! Alemany lo tiene claro y Marcelino más claro todavía. Al respecto, las veces que le han preguntado por Enzo y Alves ha respondido con esta reflexión: "La temporada pasada hubo jugadores en el Valencia a los que se les dijo que no se contaba con ellos, y luego se quedaron, ¿cómo fue el rendimiento de esos jugadores?". Y si encima son jugadores con peso en el vestuario, terminan diciendo que les da lo mismo que su público les pite y haciéndose fotos de interpretación dudosa. Dicho esto, desvelaré una de esas cosas que se supone que los periodistas debemos guardar hasta el infinito y más allá: al poco de que el Valencia fichara a Marcelino le hicimos una entrevista y antes de encender la grabadora le pregunté por Parejo.

Marcelino se limitó a decir "si él quiere quedarse...". Es decir, Marcelino está dispuesto a sacarle rendimiento y a motivarlo cada día, pero el primero que debe tener claro que quiere seguir en el Valencia es el futbolista. Que pregunten a Mat Ryan qué pasó cuando dijo que quería garantías de que iba a jugar en el Valencia, y que si no se las daban escuchaba ofertas...

PD: Así montaron el equipo Rufete y Ayala.

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