Llegamos ya a los últimos días de julio y el único fichaje es un portero que no ha jugado en la liga española. El equipo ha interrumpido su trabajo para marcharse a jugar dos amistosos a Canadá y Estados Unidos, adonde no han dejado entrar a Maksimovic que ha tenido que volver a Valencia. Le han acompañado Rodrigo y Garay que estaban tocados y así van avanzando su recuperación en la Ciudad Deportiva, donde por otra parte hay no sé cuántos jugadores entrenando a tope con técnicos del club y algunos de la importancia de Gayà, Soler, Cancelo o Nani.

Total, que el Valencia se planta con 18 jugadores para jugar en Cincinnati y uno de ellos no está del todo bien, que es Jaume, y se tuvo que quedar en Canadá porque se encontraba mal y ya cuando estuvo mejor pilló un avión, acompañado de un médico del club, y en plan escalada al Mont Ventoux en el Tour de Francia, conectó con el pelotón.

Y de repente Maksimovic publica una foto suya entrenando en su casa dándole vueltas a la piscina al tiempo que media Valencia se tira de los pelos porque un tuit del Valencia le dice a Parejo «nuestro capitán» cosa que no es para tanto y sobre todo es circunstancial. Y Marcelino con la boca pequeña dice que no le acaba de venir bien la gira y mientras el Villarreal ficha a Pablo Fornals ese futbolista que le molaba a Alexanko pero que vale once millones que para el Valencia en estos momentos es una barbaridad. Total, que al final tenemos que estar esperando a que Jorge Mendes se saque de la chistera una operación con la que venda a Garay y después rezar para que Marcelino y su secretaría técnica que no es exactamente la del Valencia, acierten con el recambio del defensa argentino y con lo que sobre fichen un medio centro defensivo bonito y no sé si barato, y que tiene toda la pinta que vendrá del fútbol italiano. Que por qué creo que puede llegar de allí es una historia que estoy investigando y que cada vez estoy más cerca de confirmar, que una cosa es saberlo y otra poder contarlo sin que nadie te pinte la cara.

PD: Esto es tan caótico, que por narices saldrá bien.

Más artículos de opinión de Carlos Bosch, aquí.