Pues qué quieren que les diga, yo creo que es buen momento para prescindir de Alexanko como director deportivo del Valencia si la decisión ya estaba tomada de hace tiempo, que lo estaba. Otra cosa es si la decisión está bien tomada o no, y una tercera y no menos importante si el trabajo de Alexanko ha sido bueno, que todo ello hay que analizarlo convenientemente. Creo que es buen momento porque las decisiones drásticas es mejor tomarlas cuando vas arriba del caballo, dicho de otra forma, el fútbol hará que nos olvidemos pronto de Alexanko. En otras circunstancias, la salida del ya ex director deportivo habría dejado un reguero de polémica mayor, más profundo y más largo. En eso creo que acierta el club.

Vamos ahora con la decisión en sí misma. A lo largo del verano no fueron pocas las veces que desde este periódico se dijo que las riendas de la planificación deportiva las llevaban personalmente Mateu Alemany y Marcelino. Ello supuso algunas críticas por parte de quienes no quisieron ver la realidad pero lo último que quiero es sacar pecho, solo trato de decir que la cosa estaba cantada y que solo había que analizar cómo se sucedían los acontecimientos.

Pero lejos de ir a esas pistas que dejaba el Valencia y que no son más que contexto, vayamos al origen del desencuentro. Y el origen es Layhoon. Ni más ni menos. De ella podemos decir que ha sido la peor presidenta/e de la historia del Valencia. ¡Sin duda! Ella fue quien decidió nombrar a Alexanko director deportivo cuando lo era de forma interina por la dimisión de García Pitarch en pleno proceso de fichajes del pasado mercado de invierno. El Valencia hizo bien nombrando al entonces director de fútbol base como director deportivo temporal hasta el cierre de mercado, y a la espera de que el proyecto tomara nuevo rumbo.

Pero la campeona de Layhoon volvió a meter la pata y antes de dimitir, antes de marcharse para siempre, tuvo la feliz idea de nombrar a Alexanko director deportivo dos temporadas más. Conclusión, que cuando llegó el nuevo director general, el club acababa de nombrar a un director deportivo. ¡Viva la locura! Dado que la intención era empezar de nuevo, lo lógico en estos casos es que el director general elija a un director deportivo de su confianza y ambos, director general y director deportivo, elijan al nuevo entrenador.

Conclusión, Alexanko era un hombre de otro proyecto. Estaba en fuera de juego por obra y gracia de Layhoon. Desde ese punto de vista, su salida es de lo más lógica. ¿Qué tuvo que ver Alexanko en los fichajes? Pues más de lo que se ha dicho y menos de lo que hubiera sido aconsejable. Para empezar, Marcelino fichó a Neto sin pedirle consejo ni a él ni a nadie de la secretaría técnica. Como dicen en mi pueblo, ´a la primera cullerà, mosca´. En el resto de nombres sí tuvo voz, pero la decisión final siempre fue de Marcelino, cuya opinión estaba muy por encima de la de él, aunque dicho sea de paso, la relación siempre ha sido cordial.

En favor de Alexanko, aunque habrá quien diga que en su contra, queda que lejos de querer montar una guerra civil, asumió el papel de director deportivo que decide poco, y en su favor está también que ha tratado de defender a su gente, a los ojeadores de la secretaría técnica. Por otra parte, el Valencia tiene todo el derecho del mundo a prescindir de Alexanko y de cualquier otro empleado por las razones que le dé la gana, justas o no, pero se equivoca el club no comunicándoselo en persona. Representar al Valencia también es dar la cara.

Y se equivoca Alexanko paseándose ahora de radio en radio para pedir explicaciones, cuando antes no las ha querido dar en los medios de comunicación, y mira que este verano ha habido explicaciones que dar a los aficionados, que son lo verdaderamente importante en esto del fútbol. De los sitios hay que saber marcharse. La afición agradece al que se va hablando bien del Valencia y no de su libro, y no pongo ejemplos para no ser faltón con quien no toca ahora.

Cierto que a Alexanko hoy no le dan explicaciones, pero tampoco había muchas -explicaciones- para pensar en él como director de fútbol base, y ese día, no sé si se las pidió a la iluminada de Layhoon. Me pregunto sé si le dijo, "oye, ¿y por qué me fichas a mi?". Dicho todo esto, me cae bien Alexanko, pero creo sinceramente que el Valencia podrá sobrevivir a su salida y sobre todo, creo que está en buenas manos. Marcelino y Alemany saben lo que hacen. Y confío en los miembros de la secretaría técnica porque sé de buena tinta que trabajan.

Dos cositas más

No me quiero despedir sin decir que a este señor, a Alexanko, le han estado haciendo chantaje durante unos meses para que filtrara noticias y como no ha cedido, lo han perseguido en Valencia desde una emisora de radio cuyo nombre no me apetece escribir pero que tiene como contertulio estrella a Pedja Mijatovic, que es una manera de proclamarse como el epicentro del nacionalmadridismo. Repito, una cosa es Alexanko, su trabajo y los motivos que llevan al Valencia a prescindir de él, y otra es el chantaje, algo a lo que él no ha cedido. Tampoco García Pitarch, y también lo lincharon los mismos.

Y otra para el actual director de la Academia del Valencia, que ha hecho con Alexanko lo que con Rufete, saltar del barco cuando el cadáver aún estaba caliente. Cesado su jefe, se fue a la sala de prensa donde Marcelino estaba pidiendo calma al entorno y tratando de convencer al mundo de que el Valencia va a ganar en Anoeta, que es lo único que importa este fin de semana.

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