Cuando las principales pegas que le puedas hacer a un discurso, opinión, texto o editorial tienen más que ver con las formas que con el fondo, significa que el editorial, texto, opinión o discurso tiene, como mínimo, sentido. Sí, estoy hablando del editorial que ha emitido el Valencia CF.

¿Es raro? Mucho, pero raro por lo poco habitual. Tan poco habitual que es la primera vez, que yo sepa, que un club de fútbol emite un editorial. ¿Es el momento adecuado? Eso ya depende de cada uno, yo habría esperado a decir eso mismo en la junta de accionistas o comunicarlo una hora antes de la junta de accionistas. Pero repito, es mi opinión. ¿Tiene motivos Meriton para sacar pecho? Siempre y cuando interpretemos que con este editorial, lo que hace Meriton es sacar pecho, obviamente. Pues tiene motivos para sacar pecho porque puso dinero cuando otros no lo pusieron, pero también tiene motivos para seguir callado porque las dos temporadas anteriores, esas que han dependido única y exclusivamente de la gestión de Meriton con Layhoon a la cabeza, han sido desastrosas. ¿Tiene derecho Meriton a defenderse? Todo el derecho del mundo, pero la mejor defensa que tiene Meriton a su gestión es mirar la clasificación porque ante ella no hay nada que decir. Otra pega que se le puede poner al editorial del club es que acusa sin decir los nombres, y chico, si te pones, pues te pones de verdad y dices quiénes son esos ´falsos valencianistas´.

Por otra parte, me atrevo a decir que cuando habla de 'falsos aficionados' no habla de aficionados de a pie, anónimos o comunes, dicho esto con todo el respeto para los aficionados de a pie, anónimos o comunes. Eso, sí mejor habrían hecho ahorrándose el término 'falsos aficionados' porque dicho en boca del Valencia, como entidad, es hasta violento de leer. Al respecto, yo no me doy por aludido porque me he limitado a decir lo que consideraba que estaba bien y lo que estaba mal sin más interés que ese. Con eso me sobra, y así seguirá siendo. Si alguien se da por aludido, es cosa suya. Dicho todo esto, creo que en el fondo de ese extraño por lo poco habitual editorial del Valencia, hay algunas verdades que no está de más olvidarlas... aunque si yo fuera 'el señor Valencia' no las habría dicho.