La prueba evidente de que el Valencia de Marcelino molesta es que se pide la tarjeta amarilla para Rodrigo por ponerse una peluca celebrando un gol y esos mismos callan cuando Bakambu, delantero del Villarreal, solo unos días después se pone un gorro para celebrar otro gol. Y digo que es la prueba de que el Valencia molesta y que quieren que no siga con su excelente racha deportiva porque la otra explicación a este llamativo hecho es que les molesta que un jugador del Valencia le haga un bonito homenaje a Jaume Ortí, y me niego a pensar que son tan mala gente. La explicación es que nos temen, y eso mola. Que conste que no pido amarilla para Bakambu, lo que pido es que los que pidieron amarilla para Rodrigo pidan perdón, pero ya sabemos cómo funciona el nacionalsupremacismobarcelonista y sus valors€

Desestabilicemos

El Marca, más conocido como el BORM porque es el Boletín Oficial del Real Meseta, es ese periódico que cuando le conviene al Real Meseta que el Valencia le gane al FC Valors hace portadas del Valencia animándole para la hazaña pero que no se las hace a Jaume Ortí porque con ello no ayuda a los intereses de Florentino Pérez, y es el mismo periódico que se tira la semana anterior a que el Real Meseta se enfrente al Athletic diciendo que su portero Kepa, que es por otra parte de los mejores futbolistas del conjunto vasco, será jugador madridista en breve.

No desmiento la noticia porque me consta que ha pasado la revisión médica, pero me gusta constatar el trabajo de fontanería que hace el periódico en favor de los intereses del Real Meseta porque sirve para definir a la perfección aquello que algunos llamamos nacionalmadridismo. Que es lo mismo que hace Pedrerol y Roncero, redactor jefe del Diario As, el BORM II, que ahora callan cuando se suceden uno tras otros los casos de futbolistas con problemas con Hacienda durante su etapa en el Real Meseta pero cuando saltó la liebre con Messi se les llenaba la boca diciendo que paguen.

Al respecto, el otro día vi un vídeo en el que Pedrerol atacaba a un colaborador de su programa, El Chiringuito, porque «solo defiendes a amigos» y casi me da un ataque de risa, que por otra parte es mejor que los ataques que me suelen dar viendo ese programa de televisión. Luego lo pensé mejor y Pedrerol en el fondo le estaba diciendo al otro que es un primavera, porque él no tiene amigos, él solo defiende al que de una manera u otra, le da de comer, y si no, que le pregunten a Florentino, Mourinho, Karanka y José Antonio Luque. Y hablando de dar de comer, mención aparte merece Roberto ´chuletón´ Gómez, capaz de la mayor de las sandeces con tal de contentar a sus amos. Ya veo la pregunta qué pensarán él y Juan Carlos Rivero, más conocido como ´cara igual´, en Estudio Estadio: «En el Mundial, ¿vamos con España o con Portugal? ¡Esperamos vuestras respuestas!».

Las cosas buenas

Sé que tal vez haría mejor centrando mis energías en todo lo bueno que nos está pasando, como esos 750 valencianistas que llevan días mirando el calendario y contando las horas para marcharse a Getafe a animar a su equipo, o como esa celebración en bloque de un gol que desde el punto de vista deportivo y competitivo no servía para nada, pero que el vestuario del Valencia celebró como si de él dependiera la clasificación para la final de la Copa. Ver a Simone Zaza correr como un loco hacia Rober Ibáñez para quiere felicitarle porque sabe que detrás de ese gol hay mucho sufrimiento, es la gran conquista anímica de Marcelino y sobre ella se fundamentan las dos cosas anteriores, el respaldo incondicional y casi irracional de la afición y los resultados deportivos.

En los dos últimos partidos del Valencia hemos sido testigos de dos gestos que hacen que el valencianista se sienta orgulloso de su condición más allá de los resultados, y son la celebración de Rodrigo en honor a Jaume, y la celebración en bloque del vestuario que se alegra porque un compañero pone fin a su calvario de la mejor manera imaginada. Estas cosas llegan al aficionado, que detecta rápidamente dónde hay verdad y dónde mentira, solo así se explica que una noche de frío, un jueves a las nueve y media, ante un rival de segunda división dicho con todo el respeto para el Zaragoza, y con una eliminatoria prácticamente sentenciada, hubiera más valencianistas en Mestalla que en algunos partidos de Liga de la temporada pasada€ Sobre los resultados, todos tenemos claro que el Valencia será competitivo en la medida en que siga siendo un bloque, y no hay mejor manera de definirlo que la celebración del gol de Rober Ibáñez: EQUIPO.

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