Me he tomado algo de tiempo antes de escribir porque he preferido tener distancia para no seguir escaldado por la derrota al sentarme frente al teclado. Y lo he hecho porque creo que el Valencia se lo merece. Lo merece Marcelino y lo merecen los jugadores. Y ya sin escozor, he de decir que no vi que al Valencia le faltara actitud en Ipurua. Tampoco creo que la segunda derrota en lo que va de temporada sea como para ´pegarli foc a la falla´ por más que es la segunda derrota en tres partidos y a pesar de que el equipo hace semanas que viene avisando de esto.

Lo de soñar con competir por la Liga fue bonito mientras duró pero no termina de parecerme lógico que ahora caigamos en la catástrofe. Ya saben que soy de los que piensa que el fútbol se inventó para pasarlo bien y disfrutar, y desde ese punto de vista miro la clasificación y el Valencia tiene cinco puntos más que el Sevilla que es el rival por entrar en la Liga de Campeones. Y cinco puntos que normalmente son seis porque con el 4-0 de Mestalla, en caso de empate a puntos lo lógico es que la diferencia de goles favorezca al Valencia ya que parece improbable que en la segunda vuelta pierda por cinco goles de diferencia en el Sánchez Pizjuán.

Y sobre todo veo que ahora nadie se ríe del Valencia ni le cantan aquello de «a segunda, a segunda». Y sí, tal vez recordar hoy las dos temporadas anteriores sea ventajista, pero es la mejor manera que se me ocurre para describir que el Valencia de Marcelino compite, y a partir de ahí, gana, pierde o empata partidos, pero compite. Y en Eibar perdió sin merecerlo, como ganó sin merecerlo ante el Espanyol. Ojo, tampoco hizo méritos para ganar.

De todo, lo que más me toca las narices es que un colega madridista al que sigo soportando y todavía no sé el motivo, se ha hartado de enviarme washaps tras la derrota del Valencia, y, aunque no los he leído y ni tengo intención de hacerlo, lo interpreto en positivo; nos tienen ganas y eso me pone ´palote´. Por lo demás, no quiero dejar de decir una cosa: entiendo a Marcelino y Mateu Alemany en su empeño por cuidar el grupo y el vestuario, pero no cuela macho. Llevan demasiado tiempo entre nosotros y sabemos que son listos y saben de qué va esto. Ellos dos son los primeros en ser plenamente conscientes de que el equipo necesita refuerzos. Mateu, Marcelino, sois dos fenómenos pero cambiad el discurso porque se os ve el plumero. El Valencia necesita un mínimo de dos fichajes, y si pueden ser tres mejor, y sobre todo, recuperar futbolistas, por eso es vital ganarle al Villarreal y que se vayan de vacaciones a cargar las pilas.

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