Pues me tocó la lotería, pero no lo suficiente como para que tengan que olvidarse de mí, he pillado algo de la asociación de amas de casa de mi pueblo, pero por más que soy austero y me apaño con poco, no me alcanza, así que me tendrán que soportar a mí y a mi neurona preguntona hasta el año que viene, que me tocará seguro. Vamos con el partido: soy de los que piensa que en el fútbol influyen los estados de ánimo. Los colectivos y los individuales, y también el estado de ánimo de la afición. Digo esto porque si nos ponemos en lo peor, que el Valencia pierde ante el Villarreal, quedaría tercero o cuarto en la tabla, con siete puntos más que los castellonenses y cinco más que el Sevilla que es quinto Valencia. ¡Todos habríamos firmado esto en el mes de agosto! Pero estamos en diciembre y yo ya no lo firmo. Desde el punto de vista matemático es muy bueno pero desde las sensaciones no lo es tanto. Porque tras la derrota ante el Eibar toca despejar dudas, porque si ganas eliminas definitivamente al Villarreal como rival -si pierdes lo metes en la pelea-, porque si ganas dejas al Sevilla tocado y sobre todo, porque si ganas despides el año con buen sabor de boca y sería muy injusto terminar este primer tramo de temporada con mala cara. Así que futbolistas del Valencia, este partido hay que currárselo, que la afición tiene ganas. Es una cuestión de orgullo.El premio ´Borinot´

Se llama Moisés Llorens, escribe en el muy madridista Diario AS, comenta partidos de fútbol en Bein Sports y en sus ratos libres va de simpático por la vida y le gusta burlarse de la afición del Valencia. Moisés es el típico periodista que fundamenta sus argumentos en la posverdad, palabra admitida ya por la academia de la lengua y que significa «distorsión deliberada de una realidad, que manipula creencias y emociones con el fin de influir en la opinión pública y en actitudes sociales». Y es tan gracioso que tras las elecciones en Cataluña y el mal resultado del candidato del Partido Popular, García Albiol, dijo esto: «Al Albiol, con estos resultados y en Mestalla, ya le estarían cantando Albiol vete ya, Albiol vete ya, Albiol vete yaaaaa». Como pueden comprobar, el tipo no da para más. Su mentira, que ahora se llama posverdad, es decir que solo en Mestalla se protesta contra entrenadores que no hacen funcionar a sus equipos. Lo peor es que además de representante de la esencia misma del nacionalmadridismo sin tal vez serlo, es un cobarde: ha borrado el comentario. Candidato a Borinot del año.

Más opiniones de Carlos Bosch.