Hay en la ciudad de València un tipo cuyo nombre no quiero escribir porque no es plan de echar a perder tinta y papel, y sobre todo porque no merece tanta atención más allá de la denuncia. El personaje en cuestión, al que por desgracia todos conocemos sobradamente, esconde detrás de un supuesto periodismo actuaciones personales para lograr la noticia de dudosa praxis y una manera de entender la vida que apesta. Y se burla de mí comparándome con Marianico el Corto, como si me importara... Pues mira sí, soy bajito y me tomo la vida con mucho humor y a mucha honra, ¿pasa algo? Pero además de bajito soy honrado, cosa que no sé si de él se puede decir. De hecho nadie lo dice. Por otra parte, me pregunto qué diría de mí este periodista de la muy progresista Cadena Ser si yo fuera negro, árabe, pobre, judío... en fin, que buenos días a todos oye. Seguiremos.

Más artículos de opinión de Carlos Bosch, aquí.