A poco que el Getafe hubiera metido alguno de los dos penaltis que falló en el Estadio de la Cerámica, estaríamos hablando ahora de una jornada redonda porque el Valencia habría dado un importantísimo paso adelante para jugar la temporada que viene la Liga de Campeones. Ahora mismo sumar los puntos está muy por encima de la manera en que se sumen, pero bien haríamos en poner el foco en el juego porque el equipo no transmite una imagen de seguridad y control sobre el partido y eso significa que cualquier día nos pueden tocar la carita. Y eso que, desde el punto de vista futbolístico, veo difícil que Sevilla o Villarreal ganen tres o cuatro partidos más que el Valencia en lo que queda de Liga, que ya no queda tanto, pero la realidad es si la Real en vez de Toño tiene un portero, posiblemente se habría llevado un punto de Mestalla y además merecido. Por cierto, para San Mamés, valoraría mucho jugar con Kondogbia y Coquelin juntos.

Debate innecesario

Con el tema del fichaje de Pablo Longoria, y más allá de las palabras de Marcelino que sigue demostrando que no le mola nada que le digan que él ficha, me reafirmo en lo que dije el otro día. Lo de fichar un director deportivo que esté por encima de Marcelino es, ahora mismo, un debate innecesario. El Valencia tiene una estructura cuyas cabezas visibles son Marcelino y Mateu Alemany, y funciona bien y ahí están los resultados. Nada más que añadir. Longoria es un ojeador de la plena confianza de Marcelino y me parece bien, lo que no me parecería bien es traer a alguien que el entrenador no conozca o de quien no se fíe. Lo digo como lo pienso, tal vez sea difícil de explicar de manera teórica cómo es la estructura deportiva del Valencia, pero una cosa es la teoría y otra la práctica, y lo que importa es la práctica. Y seguramente es difícil de explicar porque es el mismo Valencia quien lo provoca, anunciando el fichaje de Pablo Longoria como ´director del Área Técnica´ -que huele a eufemismo que apesta- unos días después de que el director general diga que no hace falta nadie más. Si le dieran más normalidad a las cosas no pasaría nada, porque como dice el director de este periódico, no es pecado fichar a un ojeador de la Juventus y además, si estaba en la Juventus no sería por ser amigo de Marcelino. Por resumir, nada me hace pensar que con Mateu Alemany y Marcelino al frentem el Valencia no mejorará el equipo a poco que Meriton les dé margen de maniobra. Y eso es lo verdaderamente importante.

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