Si siguen leyendo, unas páginas más adelante encontrarán un artículo de Vicente Bau que posiblemente les guste pero que a mí me ha dejado en blanco. Y les aseguro que nada hay peor que sentare un viernes por la tarde y tener la casi necesidad de escribir algo y no saber qué. La página en blanco es tan dura que uno entiende por primera vez aquello del 'horror vacui' de la Alhambra, o del arte barroco. Y lo peor es que es por culpa de Bau porque lo que ha escrito hace que cualquier intento mío por recordar machadas del Valencia en el Camp Nou para venirme arriba, quede en un quiero y no puedo, y ya saben mi teoría de que nada hay peor que ser un aspirante. Quiero decir que peor que un pijo es un aspirante a pijo. Jugamos contra el FC Valors y me he quedado seco, ¡socorro!

Por eso he tenido que echar un vistazo a la prensa del nacionalsupremacismo barcelonista y me he reído un buen rato porque se han convertido en unos señoritos. Tengo intención cero de defender a Valverde, pero en el fondo lo voy a hacer para intentar retratar a un entorno que ha pecado de sabiondo y que sigue pensando que el fútbol se inventó en las Ramblas de Barcelona, y que era de controles imposibles y paredes al primer toque, de pases entre líneas y definiciones sutiles. En el fútbol que se jugaba en las Ramblas de la Ciudad Condal en el año de 'maricastaña' estaba prohibido el contragolpe, no había defensas y solo se podía hacer un cambio de juego en largo si eras holandés, pelirrojo y te llamabas Ronald. Se han creído lo dels 'valors' y lo que es peor, lo del ADN. ¿Pero qué narices es el ADN Barça? ¿Robar canteranos a otros equipos menos poderosos en lo económico? Recuerdo cuando el FC Valors fichó a Jordi Alba que me llamó un periodista para preguntarme cosas sobre él y empecé a contarle la vida obra y milagros del futbolista, que si el Valencia lo había fichado del Cornellà cuando era juvenil, que el Barça lo había descartado porque jugaba de delantero y la apuesta del club era Bojan, que uno de los dos niños que estaba junto a Joan Gaspart en la foto inaugural de la Masía era él, que pese a ser zurdo empezó a jugar en segunda división por la banda derecha en el centro del campo con César Ferrando en el Nàstic de Tarragona, que Emery lo reconvirtió a lateral, que el primero que lo convocó con el primer equipo fue Koeman, que sus representantes financiaron parte del fichaje€ y de repente me pregunta, «ya, pero es un jugador que ya se nota que tiene ADN Barça ¿verdad?» y yo pensé, este tipo es tonto y le dije, «sí hombre, sí, a tope de ADN Barça tiene Jordi Alba».

No se me ocurre manera más ridícula de morir que ahogado en tu propia gloria. No se me ocurre mayor muestra de arrogancia que pensar que ganar la Copa del Rey -si es que la gana- y la Liga es un fracaso. Lo digo como lo pienso, ojalá sigan metidos en esa espiral estúpida porque a poco que un club con ese potencial frene y tenga una visión a medio largo plazo, peor para el Valencia, así de utilitarista soy, pero se autodestruyen. De todo, lo más gracioso es que todavía no se han enterado de que han caído en la trampa del nacionalmadridismo. ¡Serán simples! Mientras piensen que ellos fracasan si ganan Liga y Copa porque el Real Meseta gana la Champions, lo que están demostrando es falta de personalidad y victimismo Supongo que lo del victimismo les suena.

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