Auque me quedé con las ganas de deleitar al personal con mi arte y salero con la guitarra porque Héctor Gómez me obvió a pesar de estar un mes presionándome con que tenía que tocar y cantar, uno guarda conclusiones profundas de la visita de Marcelino al especial de Tribuna Deportiva de la 97.7 Radio. El entrenador del Valencia ya sabe hasta qué punto el valencianismo es capaz de darte mucho -por no decir todo- a cambio de muy poco. Y ojo que lo que el asturiano le ha dado a la gente no es poco, al contrario, es todo, porque le ha devuelto al aficionado la ilusión y el orgullo de ser del Valencia CF, que es la sustancia que hace de este deporte algo tan diferente y grande. Tuve el privilegio de acompañar a Marcelino y estar con él detrás de los focos, y cuando se apagaron las luces, a poco de que comenzara la cosa, de repente, vi en sus ojos algo similar al pánico escénico. Dio un paso adelante y se asomó a la puerta. Ante él, un graderío abarrotado esperándole como si fuera Nostre Senyor y no hablo de Rafa Benítez. «Sí, Marcelino, está lleno y te están esperando a ti» le dije. Me miró alucinado...

Los más aptos

Sé que soy algo pesado con el tema de la cantera pero como lo veo sustancial en el medio y largo plazo, insisto porque considero oportuno dejar algunos conceptos claros. Hoy en día, tal y como está el fútbol y el mercado, o los clubes se protegen o no tienen nada que hacer. Y protegerse significa apostar e invertir dinero. Definía hace unos días el plan de Longoria y Mateu como casi capitalista e inspirado en la teoría de la evolución de las especies de Charles Darwin, que resumiendo mucho dice que solo sobreviven los más aptos, el resto está condenado a la extinción. Pero es que hoy digo que el Valencia, con la situación económica actual, no tiene otra alternativa apostar fuerte por los mejores, los 'más aptos'. Para apoyar mi teoría aporto el último caso: La Juventus le acaba de 'birlar' un cadete al FC Barcelona, y como es menor de 16 años, le pagará alrededor de 150.000 euros por derechos de formación. Por lo tanto, si en unos meses a un club como al FC Barcelona le han robado dos futbolistas, recuérdese el caso de Sergi Gómez por quien el Dortmund pagó la cláusula de tres millones de euros, ¿qué pasará con los canteranos 'más aptos' del Valencia si el club no les ofrece una viabilidad económica y una apuesta deportiva? Es una de esas preguntas que no necesita respuesta.

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