Cuanto más se exageran las expectativas, mayor es la decepción. El aficionado no almacena noticias sobre deudas, avales y rollos jurídicos, pero sí tiene buena memoria para los fichajes y para los grandes titulares sobre tal o cual futbolista. Eso es lo que sucede con Dorlan Pabón, al que se anunció como el nuevo Claudio López. Sucede que un mes después, el jugador que marca la diferencia es Jonas y su cartel de refuerzo estrella se lo ha ganado Javi Fuego. De Pabón, poquito hasta ahora. ´Doctor Dinamita´ sólo chisporrotea: ni velocidad, ni vértigo, ni misiles tierra-aire.

Devastador en el Betis

Mel tocó la tecla adecuada

Puede que sólo sea cuestión de tiempo, de cumplir con los plazos dentro del proceso de adaptación o de afianzar un contexto deportivo más estable y favorable, porque su deslumbrante semestre como delantero del Betis descubrió a un atacante devastador. Si bien, el rol que desempeñaba en el Villamarín era diferente. Pepe Mel movilizó toda su vanguardia alrededor de la velocidad y llegada del colombiano. Comenzó en banda, pero terminó consolidándose en punta. Dorlan no tiene el gen del extremo puro, pegado a la cal, sin campo para correr, se diluyen muchas de sus virtudes. Con Mel partía del centro o de un costado para atacar los espacios a la espalda de la defensa rival.

Atenazado pegado la cal

Desborda poco y defiende mal

Su puesta en escena en la Ciudad Deportiva de Paterna fue fulgurante, pero a cada minuto que pasa su frustración se multiplica. Pabón se ha mostrado dispuesto a trabajar donde Djukic le pida, incluso él mismo se ha definido como un jugador capaz de jugar en banda, pero su trayectoria advierte que esa no es su mejor posición. En el Valencia, Djukic manda e insiste en que „por el momento„ no lo ve en otro sitio. En el amistoso de Valladolid, Dorlan probó en las tres demarcaciones. En la derecha estuvo eléctrico, en la izquierda se apagó y en punta no convenció. Ante el Rayo, con Postiga lesionado, Jonas se empleó como ´9´ y el colombiano no rascó bola como delantero o segundo punta. En la banda izquierda se le vió fuera de sitio, perdido en defensa y atenezado en ataque. Le urge marcar un gol o como mínimo arrancar una carrera centelleante para liberarse. Pabón no tiene el genio del Piojo, pero puede ser un gran refuerzo si se encuentra la fórmula para optimizar sus cualidades.