Una plaza en Champions es renombre, estar con los mejores y cerca de 30 millones de euros en ingresos, que son imprescindibles para la viabilidad del Valencia. Celebrar un título sería fantástico, pero la cruda realidad del club está marcada por las necesidades económicas. Unas necesidades que te han obligado a venderlo todo en las últimas cuatro temporadas y que de seguir así acentuarán la tendencia involucionista. Otra año sin Champions puede obligarte a vender a las joyas emergentes „Fede, Bernat o Carles Gil„ y a perderte en la mediocridad. La Champions asegura sostenibilidad y la presencia de esos jugadores que pueden ganar títulos.