El KAA Gent o Gante es un club con un sello muy particular. La explosión no está vinculada al triunfo de la cantera, como sucede con este Lyon, o tiene detrás el entramado de fuerzas (políticas y económicas) del Zenit. El milagro que le llevó a conquistar el último campeonato belga, por delante de potencias como Brujas o Anderlecht, tiene que ver con el éxito del trabajo, el instinto, la determinación y la energía de la clase media. El carácter del míster Hein Vanhaezebrouck desde el banquillo ha rematado la idea y ha dado el último empujón al proyecto que Ivan De Witte (presidente) y Michel Louwagie (director deportivo) llevaban tramando durante tres lustros, con picos muy altos „como la copa belga de 2010„ y épocas de cambio permanente e inestabilidad, pero siempre con una idea clara: competir y crecer.

El éxito en los despachos tomó forma con una deuda de 23 millones de euros „importante en el contexto del fútbol belga„ liquidada en 2013 y la inauguración ese mes de julio del Ghelamco Arena, flamante joya de Bélgica y uno de los estadios más modernos-coquetos de Europa. Sobre el césped, su modelo de captación rompe esquemas. Mientras Anderlecht y Brujas basan su dominio en su poderosa cartera y excelente cantera, el Gante ha ido creciendo a través de la colonización de mercados Low Cost habitualmente ignorados y pescando en clubes de toda condición en los balcanes, los países nórdicos, Israel, Hungría, Eslovaquia, África o Centro América. Mbark Boussoufa (cantera del Chelsea), el egipcio Mido (Zamalek) o Bryan Ruiz (Alajuelense) se dieron a conocer en Europa en el viejo Jules Ottenstadion. El lateral derecho Roberto Rosales (Caracas, ahora en Málaga), Lepoint (Mouscron), Yassine El Ghanassy (La Louvière) o Thijs (veterano fichado del Gladbach y ahora miembro del cuerpo técnico) son algunos de los héroes de la tercera copa belga (2010) conquistado bajo el mando de Michel Preud´Homme. Siete técnicos se sucedieron, Víctor Fernández incluido, hasta Vanhaezebrouck, hombre milagro en el Kortrijk. Acostumbrado a sacar máximo rendimiento de las plantillas en clubes modestos y al cambio de piezas constante. Sencillez y flexibilidad. Conoce sus limitaciones, trabaja sobre sus defectos e intenta potenciar sus virtudes con astucia. El Gante utiliza tres o cuatro sistemas de juego diferentes adaptándose a los jugadores que tiene y al rival. «Con entrenamiento y repeticiones los futbolistas pueden mejorar su técnica, pero la visión de juego y la experiencia son mucho más complicado de adquirir. Así que yo prefiero jugadores inteligentes antes que a las figuras con talento». Vanhaezebrouck en estado puro.

La plantilla actual sigue esos mismos patrones. En 2014, el goleador Depoitre aterrizó desde el Oostende, el buen portero Matz Sels llegó del Lierse y Sven Kums (líder de la medular) fichó procedente del Zulte Waregem. Pura clase media entonces y ahora internacionales en la potente selección belga. El brasileño Renato Neto pertenecía al Sporting CP, Matton y Dejaegere al Kortrijk, Foket del Dilbeek Sport. ¿La cantera? el atacante Benito Raman y van der Bruggen son la excepción. Estrellas como Dries Mertens o De Bruyne han volado de sus categorías inferiores sin dramas. La especialidad es otra, aunque van creciendo. En el Mundial Sub17 de Chile tienen dos representantes: los defensas Ryckaert y Caignau, que serán baja en la Youth League.