La inesperada derrota ante el Bilbao, aunque justa, duele y crea dudas, pero el equipo está capacitado para ganar hoy, forzar el tercer partido y meterse en semifinales. Ahora más que nunca hay que ser del Power Valencia Basket, estar unidos y sacar esto adelante. Hay que evitar la decepción o el fracaso, no es momento de hablar de eso, pero no podemos dejar pasar una oportunidad así.

Lección de Katsikaris

No hace falta que recuerde que no soy del club de aduladores de Katsikaris, pero hay que reconocer que el viernes dio una lección de baloncesto, hizo jugar a su equipo a la perfección y le ganó la partida a un Pesic que ni sabía por dónde le venían y, lo peor, no reaccionó. El serbio, un gran entrenador, no tuvo su día, pero no dudo que logrará el triunfo que merece el equipo y la afición. Es injusto que se le recrimine que está pensando más en su futuro.

Cambiar la dinámica

Katsikaris y su gente prepararon muy bien el partido. El Bilbao superó la presión sobre saque de fondo, supo defender con la intensidad que se requería y ganó la partida donde más fuerte es el Power, en el juego interior, con infinidad de asistencias (23, 16 en la primera parte), fruto de bloqueos y continuaciones, puertas atrás... Fácil y divertido. Y pese al repasito, el Power estuvo a dos puntos en tres ataques. Eso demuestra que, a poco que haga, el equipo de Pesic debe ganar. Además, no se puede caer en el enredo de protestarlo todo a los árbitros. Es verdad que se equivocaron, pero el Bilbao fue mejor y si defendió al límite, el Power debió hacer lo mismo.

Unión ante todo

Es momento de apoyar al equipo. De nada vale reprochar al entrenador, a Cook o a Javtokas si están pensando en su futuro, o recordar que tenemos una pareja de extracomunitarios muy floja —Richardson y Augustine—, mientras Pietrus estaba fuera del equipo. Los jugadores quieren ganar más que nadie y no podemos dudar de su entrega. Hay que recordar que este equipo ha jugado muy bien, que es quinto de Europa, que mereció estar en la Final a Cuatro y que ha terminado tercero de la Liga.

Los reproches de Pesic

Dicho lo anterior, ni entiendo ni comparto las palabras de Pesic. Le faltó asumir su parte de culpa. En el vestuario que diga o haga lo que quiera, pero públicamente debe respaldar y matar por sus jugadores. Pero Pesic, que es un gran entrenador y ojalá renueve, cuando pierde es otro, levita y analiza la derrota desde las alturas, como si no fuera con él. Y lo último es que piense que influye en el juego que la prensa hable de las renovaciones o de que se puede jugar la Euroliga si se llega a semifinales. Él fue el primero en decir que era clave ser tercero para jugar Euroliga.

Ilusionar

Hablar de Euroliga es ilusionar. Desde el propio club, con un excelente criterio, Paco Raga, Vicente Solá y Jesús Villarreal han transmitido pasión e ilusión en un proyecto que puede acabar en Euroliga con un presupuesto más bajo que, por ejemplo, el Bilbao. Mientras en los despachos se ha hecho bien el trabajo, a Pesic le toca hacer su faena y blindar su vestuario para que no influyan de forma negativa la euforia o los asuntos de las renovaciones o salidas del club, incluida la que su agente está moviendo con el Madrid y el Efes —aunque ya sabemos que escuchará primero al Power y luego dirá lo que dirá—.

Una foto para el recuerdo

Del partido nos quedará la sensacional y emotiva imagen de los socios más veteranos del club saltando a la pista, esos que desde hace 25 años sufren, apoyan y disfrutan con el Valencia Basket. Y junto a ellos estuvieron los que han hecho posible este sueño, los fundadores del Valencia BC. Fue entrañable ver y aplaudir a Paco Raga, Andrés March, Manuel Llorente, Vicente Solá… y por supuesto, a la familia Roig, Juan y Hortensia Herrero, Fernando, Trini y Amparo. Sin ellos, esta bonita historia que dura 25 años no habría sido posible. Gracias.

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