¿Culpables? Sí, culpables por omisión, por enmascarar una situación insostenible, por darle cuerda a Vicente en sus andanzas sin denunciarlas previamente y por ser malos amigos de alguien que camina a la deriva… cuando quieres a alguien le dices la verdad, aunque duela, y eso no es lo que hemos hecho con el ´xiquet´ de Benicalap. De cualquier forma, y previo a la opinión que les voy a ofrecer a continuación, estoy de acuerdo con el director de SUPER y espero que el adiós de Vicente sea un adiós propio de un crack de su envergadura. Ahora bien, si Vicente no pone de su parte, su despedida será un funeral… del que todos somos en mayor o menor medida responsables. Me explico.

Un médico, dos o tres

Miren, no sé si ustedes están informados a fondo sobre el caso Vicente o simplemente sospechan de que algo no funciona como debería. Pero les aseguro que todo eso que se ha venido a llamar el entorno —club, plantilla, técnicos, auxiliares, periodistas…— sabemos perfectamente de qué pie está cojeando Vicente desde hace muchos años… y no me estoy refiriendo a un pie en sentido literal, tómenlo como una metáfora recurrente. A Vicente, que si bien es cierto que las lesiones le han jugado una mala pasada, le hemos permitido que ponga en duda la profesionalidad de un médico, luego de otro y después de otro y otro y otro. Igualmente hemos mirado para otro lado cuando el propio Vicente acusaba a los fisios del equipo de hacer mal su trabajo­… cuando en realidad el que no estaba cumpliendo con lo que debía era el propio Vicente.

Un medio, dos o tres

También les diré que no conozco ningún medio de comunicación de Valencia —hablo de sus periodistas— que no esté perfectamente informado de todas las transgresiones que ha protagonizado Vicente. Sólo algún periodista ´ciego´ o algún periodista ´amigo´ de Vicente —mal amigo en este caso por no decirle la verdad tal como es— o algún periodista sin escrúpulos que ha utilizado al propio Vicente para cargar contra médicos o fisios que no eran de su cuerda —¡qué triste, colegas!— han tapado lo intapable. El resto, es decir, casi todos, hemos sido absolutamente indulgentes con las correrías del de Benicalap… y con ello le hemos hecho un daño enorme. Si hubiéramos denunciado a tiempo todo lo que nos callamos, probablemente ahora Vicente no se encontraría en una situación tan triste e indefendible como la actual.

¿Qué tapa el club?

Vale, sí, ya sé que decir ´club´ es incurrir en un error gramatical dado que el Valencia dejó de ser un club deportivo en el mismo instante en que pasó a convertirse en una mercantil ´apellidada´ Sociedad Anónima Deportiva. Pero… ¿qué tapa el club? ¿Qué sabe el Valencia sobre Vicente? Pues miren, a riesgo de equivocarme —y les aseguro que en este caso el riesgo es mínimo, casi nulo, no me equivoco ni un ápice—, el Valencia le ha tapado a Vicente lo que no está en los papeles. Desde posibles escándalos mayúsculos hasta simples tonterías de niño caprichoso. Lo que me pregunto es si el Valencia ha hecho bien callando todo lo que ha callado. Intuyo que es posible, sólo posible, que si en su momento el club hubiera puesto en su sitio a Vicente en estos instantes es posible que estuviéramos hablando de otro tema menos deprimente.

En su mano está

Como despedida vuelvo a lo dicho al inicio. Salir bien o mal está sólo en manos del propio Vicente. Ahora bien, si sale mal… les aseguro que yo me voy a sentir un poquito culpable por hacer la vista gorda donde no tenía que haberla hecho. ¿Y ustedes —me refiero al entorno—no se sienten en parte tan responsables como me siento yo? ¡Qué pena! Si entre todos le hubiésemos dado una bofetada a tiempo…