No hay duda: el inglés es la lengua franca en la Fórmula Uno. Hasta equipos latinos, como Ferrari y Toro Rosso, o germánicos, como Mercedes o Sauber, están obligados a utilizarlo en sus comunicaciones de radio. Hay que tener buen oído y un mínimo vocabulario técnico para seguir las siempre interesantísimas –aunque filtradas por la FIA– conversaciones de radio entre los pilotos y sus ingenieros en el muro.

Pero ayer en Brasil no bastaba con saber inglés: había que poder descifrar el dialecto que los miembros de RedBull utilizaron con Vettel. Así, que ahí van unas cuantas frases hechas para un posible diccionario que llamaremos: English-RedBull, RedBull-English y que nosotros analizamos con cuatro casos traducidos al castellano.

Ejemplo primero

En este caso se presenta la frase «Seb (Vettel) tienes un problema con el cambio, no uses la segunda «. Esta frase se puede traducir como: «Venga Sebastian, deja que Mark (Webber) te adelante y gane hoy la carrera: a ver si puede lograr el subcampeonato. Pero, que no se note demasiado».

Caso número dos

Para el segundo ejemplo tenemos la expresión «Sebastian no alargues ni la segunda ni la tercera». La traducción sería «Pero hombre deja pasar a Webber de una santa vez».

Caso tercero

La frase es: «Serios problemas con el cambio», que podríamos traducir a: «No vuelvas a superar tu mejor vuelta rápida en carrera, que se está notando mucho en la televisión».

Último ejemplo

Este último caso es del propio Vettel, rememorando la victoria de Ayrton Senna también en Interlagos y en la que su McLaren tuvo un gravísimo problema con el cambio: «Me siento como Senna en 1991». Esta traducción la haremos, perdónenme, un tanto más libre y vendría a ser: «Si no humillo a los demás, me aburro. Así que me pongo a leer la enciclopedia ilustrada de la F1 mientras acaba la carrera».

Razones para dudar

Este teatrito escenificado en la radio de RedBull es poco creíble: ninguna caja aguanta más de cincuenta vueltas con problemas, dos arrancadas de boxes y mejoras en los tiempos a pocos giros del final. Y compararse con Senna, además de pretencioso, resulta irrespetuoso. Si pueden, revisen aquella carrera y comparen cómo salió el brasileño de su McLaren y cómo lo hizo ayer Vettel del RedBull: no hay color.