Como siempre Folgado, tú no tienes medida. Lo tuyo no tiene remedio. O calvo, o con siete pelucas. Después soy yo el facilón y el impetuoso, pero la de hoy no te la compro. O mejor dicho, vuelves a la carga con una de tus medias verdades sibilinas maximizando una parte del discurso para adecuarla a tus intereses.

Una cosa es que Nuno vaya a hacer cambios mañana en Vallecas para el partido de Copa -hasta cierto punto lógico y normal- y otra cosa es apuntar a un once en el que haya una tormenta de rotaciones. Porque mira, uno tendrá mil defectos (que los tengo), pero intento ser consecuente con mi manera de pensar y aplicarla por encima de nombres.

Si fui duro e insistente ante las rotaciones que Unai hizo durante años en partidos de Copa y de Europa League por excesivas, retorcidas, innecesarias y porque debilitaban al equipo y ponían en juego de manera demasiado alegre la continuidad en las competiciones citadas, no voy ahora a defender la idea de las rotaciones masivas. Máxime cuando este equipo no tiene tres, si no dos competiciones.

Mira, Salvatore, antes de que te la cojas con papel de fumar te digo que no le estoy pidiendo a Nuno que repita el once que puso ante el Barça. Es más, este partido puede ser una buena oportunidad para ver como va a cubrir el entrenador del Valencia, por ejemplo, la baja de Otamendi. Pero mucho cuidado con confundir un partido oficial de una competición que este año te ofrece un camino menos abrupto que otras campañas con un banco de pruebas.

Recuerda noches terroríficas como en el campo del Lille u otras similares después de que el entrenador antes mencionado tuviera un empacho mental de rotaciones.

Sabes que es descaconsejable y algo peligroso. Un equipo sometido a rotaciones masivas es bastante más vulnerable y hay poca opción a enmendar un mal resultado. De salir mal la ida sólo tienes 90 minutos (o incluso hasta 120) para enmendar un posible tropezón.

La lógica dice, mi querido Salvatore, que tú mañana vayas a Vallecas y que hagas alguna rotación. Que consigas una victoria que refuerce moralmente al grupo y además confirme las buenas sensaciones mostradas ante el Barça. Con la eliminatoria ya encarrilada, vienes a Mestalla (en casa, con los tuyos) y le das alguna oportunidad más a algunos futbolistas y descanso a otros.

Pero, eso sí, con los triunfos en la mano. Ni ruletas rusas, ni ensaladas de rotaciones, que ya estamos escarmentados...