El diseño de la plantilla del Valencia 2014/15 recibió un golpe en Almería. La rodilla derecha de Alves hizo crack y ahora se afronta un refuerzo inesperado, que supone otro desembolso en plena lucha contra el fair play financiero, ante la necesidad de hacer una plantilla más competitiva para andar con paso firme por Europa. Las palabras de Salvo -en plena cruzada contra el agente de Otamendi- sobre la portería, me parece que apuntan hacia un portero que venga para cubrir el hueco que deja Alves hasta que el brasileño se recupere. Si es así, lo considero un error.

Otra cosa, totalmente comprensible, es que el presidente respete el momento por el que atraviesa el meta y opte por defenderlo, elogiar su temporada y decir que lo van a esperar, mientras que entre bambalinas Rufete o Mendes, o los dos, estén buscando mejorar la portería. Porque se trata de eso. De mejorar una parcela muy comprometida como es la portería. Alves no ha tenido suerte. En la última jornada su rodilla derecha ha hecho chas y con ella toda su temporada. Con Bravo se ha disputado el premio al mejor portero de la Liga y ha sido uno de los tres mejores jugadores del Valencia esta temporada. Para mí el segundo por detrás de Otamendi. Sin rivalidad en el vestuario -Yoel no ha sido competencia- ha sido mejor portero. En Almería, donde se dio a conocer, ha recibido un golpe durísimo que pondrá a prueba su mentalidad. Seis meses de recuperación y otro par, mínimo, para volver en condiciones. No llegará hasta año nuevo. Un mazazo.

El Valencia, en cambio, no puede esperarlo. Es decir, no puede parchear la portería a la espera de que vuelva. El club necesita ya un portero. Pero uno titular, no un parche. Esto es, un tipo de experiencia contrastadísima para que defienda, sin vértigo, la portería de uno de los grandes de la Liga en la temporada del regreso a Europa. Para Alves será un problema partir de cero y tener competencia seria en el vestuario, está claro y, probablemente, sea injusto, pero esto es fútbol de alta competición y están en juego muchos intereses económicos. Por eso se tiene que acertar con la portería firmando a un buen portero y admitir, si no se confía en Yoel, que ese fichaje fue un fracaso y que se han tirado a la basura dos millones de euros. A mí me parecía buen portero en el Celta, fíjate. Aunque probablemente es lo que el Valencia buscaba entonces: un portero suplente, cero conflictivo que no molestara a Alves. Si es así, tampoco ha habido suerte para la dirección deportiva con la lesión del brasileño.