No es una sospecha lo que voy a plantear. Es más, sí tengo que sospechar de algo será a favor de que se impone el juego limpio y la inteligencia. Ahora bien, no me negarán que el posible fichaje de André Gomes por el Valencia no encierra en lo más profundo de la operación un galimatías de complicada digestión. El asunto es muy simple pero en el fondo resulta muy complejo. Dice así. ¿Si el Valencia decide comprar al talentoso centrocampista portugués será la primera vez en la historia que el máximo accionista de un club se compre así mismo un futbolista? Es decir, para que lo tengan claro del todo: ¿Si Peter (Valencia) le compra al señor Lim (Mériton) los derecho de André estaremos asistiendo a la operación más rocambolesca del mundo mundial? Legal sí es. Ahora, no me negarán que rezuma curiosidad por todos sus poros.

Sin mal rollo

Insisto, no vean mal rollo alguno en el desenlace de esta columna de opinión. No es mi intención generar dudas al respecto pero tampoco es mi intención no compartir con ustedes este cambalache realmente sorprendente. Hasta ahora, bueno hasta ahora y desde que el Valencia se fundó como club, nunca habíamos asistido a un fichaje de semejante calado. ¿Que lo de Cancelo es lo mismo? En absoluto. Cancelo estaba cedido por el Benfica y el Valencia tenía una opción de compra que ha ejecutado y por lo tanto ha comprado los derechos del jugador...pero al Benfica, no a Mériton Holding Group.

Mendes al caer

Leyendo ayer en Superdeporte la información en la que anunciaba el inminente fichaje de Gomes no pude evitar coger el teléfono y llamar al director de nuestro diario deportivo Julián Montoro para comentar mis dudas. Creo que le solté cerca de diez preguntas casi a quemarropa. Pero la que más me llamó la atención a mi mismo -les juro que en ocasiones me sorprenden las cosa que digo casi sin pensar- fue cuando caí en la cuenta de que André Gomes le había costado quince millones de euros a Mériton pero que eso no significaba que Mériton pudiera ejercer su derecho de vender al Valencia a André por bastante más dinero del que le costó. Claro, sería un traspaso como cualquier otro pero con la llamativa diferencia de que en este caso existe un señor llamado Peter Lim que está sentado a ambos lados de la mesa negociadora. Él ofrece una cantidad, se levanta de la mesa, se va a la otra parte y se responde así mismo... un follón vaya.

Que se quede

Bueno, lo obvio en esta historia en que Mendes va a tener que dejarse caer un día de estos por Valencia para resolver el futuro de su representado. ¿Y? Pues que al margen de simpatías o antipatías hacia el súper agente hay una realidad que supera a la ficción de este artículo de opinión: la gente quiere a André Gomes y el Valencia también apuesta por André Gomes...y eso es lo que va a suceder. Y sí, para mi, los términos en los que concluya la operación no me importan demasiado...aunque no pueda evitar tener cierta curiosidad al respecto. Curiosidad san... no olvidemos que el asunto es del todo legal. Curioso, sí, pero legal.