Fernando Alonso dio el sábado munición para llenar muchos titulares al decir: «Quien se aburra o se sienta frustrado que apague la tele hasta el año que viene o que no la encienda hasta que lleguemos a Japón o México. Van a llegar carreras peores».

Tal vez haya aficionados deseosos de ver ganar al bicampeón español que preferirán echarse la siesta dominical antes de ver a Fernando sufrir una y otra vez en cada gran premio. Hay que tener en cuenta además que el dominio de Mercedes lleva a otros a dar la espalda a la TV. Y eso, paradójicamente, pasa incluso en Alemania, el país de donde proceden tanto la marca que domina como el único piloto, Rosberg, que puede poner en peligro el dominio de Hamilton.

Ayer todo indicaba que la siesta sería la opción, pero ya en la salida pasó algo que hizo que los ojos se nos pegaran a la pantalla: inexplicablemente, los Williams despegaron desde la segunda fila y dejaron a los dominadores con dos palmos de narices. Todavía deben estar preguntándose en Mercedes cómo diablos fallaron así la salida. Un error de estos en el ratonero Hungaroring, donde es casi imposible pasar, se paga mucho más caro que en Silverstone. Massa y Bottas, que finalmente adelantó a Hamilton unas vueltas más tarde, lideraban, pero sin poder escaparse. Entonces, llegó el gran problema para Williams: Valtteri, gracias al DRS, era más rápido que Felipe, pero desde ´boxes´ nadie se atrevía a decirle al brasileño que se apartara. Los cuatro coches rodaron en caravana hasta que la estrategia de paradas le dio a Lewis una vuelta de salida limpia, el liderato y -finalmente- la victoria. Ni la lluvia pudo con él.

No apagamos la televisión y valió la pena: ganaron los mismos de siempre, pero disfrutamos de una batalla cerrada en la primera parte de la carrera, celebramos el primer punto de Alonso este año y se nos hinchó el pecho por la mejor posición de ´Teto´ Mehri en Fórmula 1 hasta la fecha. De momento, mejor no apagar la tele: el año próximo y si la CNMC no lo remedia, otros ya nos la apagaran. Eso o habrá que pasar por caja.