Canícula blanquinegra

Demasiado sol compañero

La canícula puede tener efectos devastadores, llegando a anular nuestra capacidad de entendimiento. Leo a Peter Draper, el gurú del marketing que ha puesto Lim a buscar ingresos suplementarios para el Valencia, y acabo deduciendo que uno de los dos - él o myself- ha tomado demasiado el sol. «Queremos alcanzar a Barça y Madrid en cinco años». «Lo primero es asegurar la Liga de Campeones cada año». «Estoy bastante seguro que vamos a ser mejores en el campo esta temporada». Todo ello con el mismo once que la pasada, dicho sea de paso. Y sin contar con Alves -de los mejores de antaño- durante unos buenos meses ni con Gomes para la previa Champions. Sabemos que Nuno, Lim y Layhoon, sobre todo esta última, tienen una fe ilimitada en las posibilidades de Enzo Pérez, Piatti, Negredo o Feghouli, pero si de verdad piensan que con el mismo equipo titular que terminó cuarto la temporada pasada de puro milagro y con el Sevilla echándole el aliento en el cogote, van a alcanzar al Barça en un lustro, asegurar la Champions todos los años y ser mejores esta campaña que la anterior, es que alguna neurona anda sin brújula por las inmediaciones de Paterna. Si de verdad quieren todo eso, será mejor que vayan pensando en cómo darle a este equipo la capacidad de generar fútbol ofensivo a la altura de sus disparatadas expectativas.

El sistema

Hay que fichar

Con el amago de cambio de sistema, mataba Nuno, es de imaginar, dos pájaros de un tiro. Por un lado le encontraba sitio a un Pérez cuya capacidad para la creación futbolística es bastante limitada y por otro se deshacía de esos dos puñales, Piatti y Feghouli, por los que tanto suspiró hace unos cuantos meses. Lo primero se presenta bastante peligroso porque este Enzo no parece, precisamente, Mascherano. Lo segundo es inaplazable y parece evidente que con Bakkali no nos van a sacar de pobres. Hay que fichar.

Mat Ryan

Cosas increíbles

«Cuando me llamó el Valencia no me lo podía creer». Nosotros, aún, tampoco. Pero nos vamos haciendo a la idea. Como con todo lo demás.

Neymar

De Ibiza al polígono paulista

No podía faltar un clásico del verano. Esta vez nos envía sus instantáneas desde Ibiza, bella y tórrida isla por la que ha sacado a pasear tatuajes, gorra y gafas de colores bastante chillones. La novedad con respecto a Las Vegas es que sus amigos de la facultad de física cuántica han desaparecido. Se dice que prefieren pasarse el día mirando una tapia en su polígono paulista que lucir palmito junto a señoritas en escueto traje de baño -ahora también llamadas pelícanas- con tal de no tener que pasar un minuto más al lado de Júnior. Comprensible.

Fernando Alonso

Ponga unos pedales al menos

No han aparecido aún juntos, pero podrían. Alonso no está en Ibiza, pero casi le daría lo mismo. Otro inevitable estival, el asturiano anunció entre sollozos que «las mejoras que vienen son realmente grandes». Parece que al coche que eligió en lugar de su anterior Ferrari le van a poner pedales. Así cuanto menos no tendrá que salir a empujarlo como se le ha visto hacer últimamente.

Julio Rey

Alumno aventajado de Ever

A esta lumbrera la iba a fichar el Deportivo de La Coruña. Pero luego descubrieron que, en un alarde de sagacidad y buenas maneras, había escrito hace un tiempo un tuit esbozando el decálogo de su existencia: «PUTA DEPOR. PUTA RIAZOR». Uno pensaba que lo de Banega, que fue capaz de atropellarse a sí mismo con su coche -en demostración de que la aporía socrática es mero juego infantil-, era insuperable. Pero no, por lo visto los hay con más hechuras para beca en Harvard que Ever. Le han dicho que se busque otro equipo. Y han sido indulgentes.

Putin y Blatter

El Nobel de meteorología

«Hombres como Blatter merecen un Nobel», Putin dixit. No aclaró en qué apartado exactamente. Podrían darle el de meteorología por llevar un Mundial a Qatar, antes de caer en la cuenta de que allá por el mes de julio en ese bello país rondan los cincuenta y siete grados a la sombra. Un cómico inglés le lanzó unos billetes de dólar en su última rueda de prensa, sugiriendo tal vez que debería ser en el apartado de economía. Bien visto, si lo tiene Paul Krugman, defensor de la política económica de Atenas, no se otean razones de peso para que no se lo puedan dar a Blatter. Si no, siempre se puede presentar ex aequo con Julio Rey y postularse para el de suprema inteligencia.

Nuno Silva

Y Neymar y Arturo Vidal...

Es portugués y va a jugar en el Jaén. Lo cual nos da bastantes pistas. Lo presentan a la prensa y el tío se persona al acto con una camiseta negra en la que coexisten un retrato de Franco y una escultural joven en ropa interior. Aunque parezca mentira, que diría Carlos Bosch, nadie se fijó en esta última. Todo fueron miradas al Generalísimo, que lucía joven pero nunca fue, precisamente, modelo de bellezón. Se armó la previsible. El futbolista argumentó, para justificar su ignorancia, que siempre había vivido en Portugal y en Angola y no sabía quién era Franco. Con lo conocido que fue siempre el Caudillo en Angola, que como bien sabe Arturo Vidal hace frontera con el antiguo Sáhara español, cuesta creer a Silva. Todo parece indicar que el luso futbolista pasó una parte aún por determinar de su infancia en salones recreativos junto a Neymar y el reciente fichaje chileno del Bayern de Munich. De ahí algunas de las cosas que están sucediendo últimamente.

Cristiano

Yo, y nadie más que yo

No podía soportar que Neymar acaparase toda la atención mediática y el ahijado mercantil de Peter Lim ha decidido alegrarnos las vacaciones solicitando un tercer busto de cera de su imponente persona. No ha trascendido para qué lo quiere, aunque de pisapapeles en el escritorio de su despacho le puede quedar la mar de mono. Su contribución a la historia del arte es, en todo caso, inatacable.