El Presidente de la UEFA, Michel Platini, ha decidido finalmente presentarse a las elecciones para mandamás de la FIFA. No estaba cantado y, como vimos el pasado mayo, no lo hizo y dejó el paso libre a Blatter y al segundario Príncipe Alí. Pero, ahora que las cosas han cambiado y que Blatter no se va a presentar a las re-elecciones, esa nueva vía que inventó el suizo para quedarse un año más en el poder a pesar de los escándalos de los arrestos de varios miembros de su Comité Ejecutivo, el francés ve clara la vía.

Es verdad que no parecía querer presentarse para perder o siquiera luchar en exceso sino llegar bajo palio. Sus apoyos son tres confederaciones, la propia UEFA, la CONMEBOL y la CONCACAF. Es un buen inicio y un colchón de votos pero en Asia el príncipe y el coreano Chung Mong-joon, uno de los dueños del grupo Hyundai no parecen dispuestos a dar su brazo a torcer y critican el centro-europeísmo de la FIFA, olvidando que el brasileño Havelange estuvo 24 años con el cetro presidencial...

No hablo de los Figo, Maradona y otros satélites que querrán ser de la pelea, ni tampoco del africano Hayatou, quien seguramente no se presentaré pero cuyos más de 50 votos le auguran la posibilidad de inclinar la balanza de un lado u otro. Pero la otrora granítica África se resquebraja ya que algunos países francófonos parecen ver con buenos ojos al francés.

Villar

Despejada esa incógnita el 26 de febrero de 2016, si Platini se alza con el trofeo de la FIFA, quedará abierta la carrera para su puesto en la UEFA, aunque ya están posicionándose algunos. Parece un juego de «quítate tú para ponerme yo» y el puesto europeo dejado vacante tiene novias de sobra, como el español Villar, que como vicepresidente primero parecería la opción más normal.

Sin embargo, su afiliación a Blatter, aunque ahora ha dado su beneplácito a Platini para el puesto en Zurich, le puede venir en contra y hay otros candidatos como Van Praag, de Holanda, o Gill de Inglaterra que están bien preparados y sin las tachas históricas de Blatter.

Este juego, en el caso de que Villar llegara a la presidencia de UEFA, dejaría un hueco en España, lo que también daría paso a un proceso electoral de mucha enjundia, habida cuenta del interés, por parte de Villar, de conseguir un statu quo y un heredero de su cuerda y por otra, la de sectores renovadores, la Liga entre ellos, que querrían un nuevo tipo de presidente.

A ello se le añade que, de todos modos, habrá elecciones a la presidencia de la española el año que viene, por lo que estamos asistiendo al juego de la silla, donde cada uno ocupa un lugar, mientras uno se queda fuera, bailando al son de la música de We are the Champions.

La figura retórica no parece muy estética con todos los políticos del fútbol bailoteando y buscando una silla con su nombre puesto€

Pero, lo que aquí está en juego es mucho más que un mero puesto y un cargo bien remunerado, porque se trata del futuro del fútbol y de cómo llevar a cabo su refundición.

Limpieza

En el caso de la FIFA, está más que claro que necesita que se derribe el edificio y se reconstruya, para evitar que queden remansos de corrupción y que lo que se vea, después del 26 de febrero, sea un escenario puro, dentro de lo que pueda ser€ Al menos que no salgan cadáveres ni que el FBI esté esperando tras las puertas de hoteles de lujo, presto a arrestar. Por cierto, es extraño que el único viaje oficial de Blatter haya sido a casa de su amigo Putin, en San Petersburgo, para el sorteo del mundial bajo sospecha de Rusia€ No se ha atrevido a ir ni a la Copa América en Chile ni al Mundial femenino de Canadá.

Y en la UEFA se juega seguir con las peleas por mantener el Fair Play Financiero y los partidos amañados, sin dejar que ganen ni un ápice de terreno los ´malos´. Finalmente, en España, sería intentar una revolución cambiando el modelo actual o seguir por los siglos de los siglos con el mismo esquema que supone guerras con el Gobierno y la Liga.

Nuevos vientos

En definitiva, la temporada que viene no solo nos llevará, como cada año, hacia títulos de liga, copa o europeos, sino que nos aportará nuevos vientos, esperemos que buenos, para conducir el barco del fútbol a buen puerto. Y hablando de barcos, los que puedan hacerlo que naveguen en nuestro mediterráneo y los que no, que se tumben a la bartola para leer una de piratas, ´La cacería´ de Alejandro Paternain. Y aclaro, ¡lo de piratas va sin doble sentido!