Sencillo. Podemos hablar de este o aquel jugador. De su rendimiento o de su escasa participación en el juego del equipo. Es obvio, muy evidente, que la ausencia de Otamendi lleva a la defensa desquiciada. Desorden defensivo. También es obvio que en el centro del campo han desaparecido las ideas. ¿De los futbolistas? No. No me refiero a ellos. Sí me refiero, en el centro del campo y en todo lo que tiene que ver con el Valencia actual, que Nuno más que enriquecer al equipo está empeñado en que se invente a sí mismo de forma permanente. Y eso, se mire por donde se mire, no funciona. Y el mayor problema, para mi, es que una de las cosas que mejor tenía Nuno la pasada temporada lo ha deshecho. Y eso se acaba pagando de forma inmediata.

El centro del campo

Lo digo claro confiando en que el entrenador recapacite y que poco a poco vuelva a la senda correcta. Y el asunto es muy simple. ¿Qué pretende hacer Nuno con el centro del campo de su equipo? Vale, sí, cierto, ya se ha dado cuenta de que Javi Fuego aporta equilibrio en esa línea, pero siempre que esté más o menos bien acompañado. El Valencia, durante toda la temporada pasada, jugó con línea de tres en esa zona y la cosa acabó más o menos funcionando. Y sí, ya sabemos que no está André Gomes, pero eso no justifica que el técnico no sea capaz de hacer una línea de tres coherente. ¿Fuego, Parejo y Enzo? Pues por ejemplo. Me refiero a una línea de tres contrastada, que además fue la que mejor funcionó la pasada campaña.

Los nuevos

Y sí, el Valencia CF se ha reforzado, pero en casi todos los jugadores que han llegado peca de un exceso de riesgo importante. Gente joven en su mayoría, incluso muy joven, con un talento que le suponemos, pero con la obligación de ir disputando minutos en un equipo distinguible... Y a este Valencia hoy no lo conoce nadie. Digo más. El 3-1 que le endosamos al Mónaco en el duelo de Mestalla fue más un esfuerzo imaginativo que una realidad. Ese partido el Valencia no lo jugó bien y así lo viene haciendo desde entonces. Cierto, sí, ganó 3-1 al Mónaco y eso hoy en día le permite estar en la Champions League, pero fue un resultado con aromas de espejismo. Ese día el Valencia no hizo méritos suficientes para ganar de esa forma tan holgada que luego le permitió aguantar -con angustia- el partido de vuelta en Mónaco.

Dos puntitos

Pero volvamos a la realidad. Repasemos el ácido empate ante el Deportivo. Y lleguemos a una conclusión: este Valencia está desnortado en todas sus líneas y en lugar de ir incrementando su poder como conjunto lo está tirando por la borda de forma alarmante. Lo que vimos en Mestalla el pasado domingo fue una broma absurda ejecutada por un entrenador novel. Sí, novel, el Valencia está en manos de un entrenador con poca experiencia y muchos galones... pero con galones y sin experiencia no se ganan los partidos. Nuno debe mirar hacia adentro y pensar bien lo que está haciendo. A mí el Valencia no sólo no me gusta un pelo, sino que tampoco lo reconozco en casi nada. Y eso, que nadie lo dude, parte de una floja planificación del banquillo.