La goleada del Valencia en Balaídos tiene mucho peligro. No digo que fuera un espejismo, ni que el equipo no mereciera ganar, pese al empeño de muchos de menospreciar el partido de los naranjas con bobadas como los goles psicológicos -hay que estar ahí para marcarlos- o la ayuda de Vicandi Garrido -justa amarilla para Fuego-. No. Me refiero a que se produjo en unas circunstancias muy especiales, con un rival que juega abierto y que saltó al césped con aires de superioridad, como un nuevo rico, y con un Valencia rabioso. El Celta no esperaba un rival tan intenso, después de verlo hacer el cuadro por la tele tres días antes en Gante. Los de Berizzo, con el rótulo luminoso de ´equipo de moda´ encima, pensaban que la goleada estaba garantizada a su favor. ¿Y quién no?

Pero lo que no sabían era que los jugadores del Valencia se habían propuesto jugar al fútbol, juntar las líneas, avanzar la línea de presión. Desconocían la ´Conjura de Balaídos´ que desveló esta misma semana SUPERDEPORTE.

Nuno, un tipo listo

El mérito del triunfo en tierras gallegas fue del equipo, del colectivo, del vestuario. Pero el gran triunfador fue Nuno. Tenía la soga al cuello. Y, cuanto menos, se la quitó durante dos semanas. ¡Y qué dos semanas! Llegar al parón de liga por las dichosas selecciones con una derrota o un insulso empate habría sido muy heavy. La soga habría dado otra vuelta en el cuello de Nuno, pero seguro que no habría sido letal.

En cambio, a la desesperada, Nuno bajó del pedestal. Habló con los líderes del vestuario, con la columna vertebral del equipo. Una sabia decisión que se tradujo en una goleada impredecible, pero muy valiosa para los valencianistas. Pero sobre todo para Nuno.

El listón

Ahora el Valencia ya ha demostrado que, cuando quiere, sabe jugar muy bien al fútbol. Ha puesto el listón muy alto justo en un estadio donde otros grandes como el Real Madrid „ganó por Keylor Navas„ o el Barcelona -cayó goleado- no pudieron hacerlo. Esa versión del Valencia es la que la afición va a exigir en los próximos partidos. Gante, no. Vigo, sí.

Ya no valen partidos sin intensidad, jugadores deambulando por el césped, errores ´made in Aderllan´. El Valencia tiene que volver a ser el de la temporada pasada, el que pelea todos los balones. Bronco y liguero, porque lo de copero hace ya 7 años que se olvidó... La afición no exige fútbol de alto standing. Se conforma con ver a su equipo intenso porque así llegan los goles, las victorias y la Champions, que es el objetivo.

Paquismo

La sociedad Paco-Dani destrozó al Celta. ¡Qué partidazo hicieron! Entiendo que los ´parejistas´ sacaran pecho después del partido que protagonizó el capitán. Pero los ´paquistas´ estábamos más felices que Tebas poniendo horarios. ¡Quin jugaor! Paco dio una exhibición de cómo se debe mover un delantero fuera del área y de cómo debe ejecutar dentro de ella. Los dos goles con la izquierda. El primero en remate de primeras. El segundo tirando al suelo al portero con una finta ´top´. Pero Paco sigue siendo Paco, un chico discreto y segundoplanista, que asoma su cabeza tímidamente en el ´selfie´ de Iker Casillas con el grupo de convocados por Del Bosque. Y esta noche, si le dejan jugar, volverá a marcar contra Inglaterra en Alicante. Y tampoco abrirá los informativos nacionales del sábado. Es Paco. Nuestro Paco. Y que nos dure muchos años.

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