Sólo quedaba confiar en la estadística. Tras doce partidos sin ganar, en una de estas saldría la pelotita en el saldo positivo. Gary Neville se enrocó en la estadística, porque él sabe mejor que nadie que el fútbol puede ser más o menos factor de suerte, pero lo que no cuenta en este deporte es el sentido de la justicia. El fútbol no es justo o injusto, el fútbol es materia ajena a la justicia. Es deporte y, como tal, depende de muchos factores. Pero de la justicia, no. Si existiera justicia, el Espanyol habría empatado, pero también ha habido partidos y resbalones en línea de meta que han impedido clavar algunos golitos. Negredo tiene varias photo-nofinish de esas jugadas. Pero ayer sacó galones y metió con el pie, con el alma, con la garganta del Mestalla de las grandes noches la pelota que cambia el ciclo y acaba con el gafe.

Villarreal ´rules´

La estadística también dice que prácticamente todos los partidos que lleva el Valencia sin ganar los lleva el Villarreal sin perder. Once, nada menos, son los partidos que lleva invicto y con la portería a cero. El Submarino tumbó al Málaga con solitario gol de Soldado, jugador que no fue considerado para una nueva etapa en un equipo ganador como el Valencia CF pero que va a jugar a este paso la Champions con los groguets por méritos propios. La estadística también dice que tenemos superávit de jugadores de la misma factoría y que en verano convendría una limpia. Lo saben hasta ellos.

´Habemus´ líder

También hay cosas que no dependen de estadística. Una de ellas, muy importante, es el factor humano. Como el que define a Diego Alves, un portero que sufrió una de esas lesiones que te jubilan anticipadamente de la élite. Pocos jugadores vencen ese reto con el ahínco y los plazos que lo ha hecho él. ¿Resultado? Titular indiscutible, paradón brutal en el minuto 4 a bocajarro, mientras estaba dando gritos a los defensas para que estuvieran atentos a los marcajes. Sí, quizá falló en el gol, pero el remate de Duarte era bajo palos, prácticamente. Y luego, en el minuto 56, se saca de la chistera dos paradones más seguidos a ras de suelo. Habemus líder, y con ello podremos poner en la defensa el eslogan de Brasil: ¡orden y concierto!

Flan

Porque la defensa es más gelatinosa que un flan del chino Mandarín, que me daba mi madre de pequeño. Normal. Cada vez que pestañean les clavan un gol, y eso afecta a la autoestima, cuando ves que los errores son irreparables porque luego los delanteros no compensan el desaguisado. En el fútbol, el marrón que te cae es directamente proporcional a la posición de retaguardia que te toque cubrir. Si un delantero falla en un gol, se arregla metiendo otro. Pero si a un defensa le hacen un siete, lo lleva tatuado el resto del partido. Y si un portero canta, le dan la temporada. Neville permitió que Abdennour forzara -sigo sin entender que estas cosas pasen en la élite- y se lesionó en el minuto 7, pero esta vez el equipo se repuso y dio un giro al resultado adverso, que nuevamente había instalado fantasmas.

¡Cheryshev!

Para ello fue imprescindible que Negredo compareciera por segundo partido consecutivo. Y también Cheryshev. Y es que un señor cuyo nombre artístico empieza por ´Che´ aquí va a tener su casa, y más al paso que va. El día de la infamia (el del 7-0, huelga decirlo) fue el único que luchó por mantener la dignidad y tratar de marcar un gol. El sábado falló una no-tan-fácil ocasión al principio y otra al final, pero entre medias metió la que tenía que meter. La estadística traza una línea rasa sobre los goles, a los que contabiliza por igual. Pero no valen todos lo mismo. Tener un jugador que marca la diferencia es ahora mismo esencial. Se nota que viene de la élite. Se nota que tiene algo más, un brillo, del que muchos todavía carecen. Se nota que tiene la mili hecha.

Luciérnagas

Feghouli, Siqueira y Enzo también tienen brillo propio, son nuestros Gusiluz en la oscuridad. Ahora que bajaremos a Granada a jugarnos otra final -porque, aunque Gary diga lo contrario, cada partido es una final y como tal debe tomarse- necesitamos más que nunca a estos tipos. Sigo con la esperanza de recuperar al mejor Parejo, si los anteriormente mencionados le liberan de la responsabilidad de responder por más que por sí mismo. Y el jueves nos metemos en Europa League contra el Rapid de Viena, que viene de jugarse el derbi de la ciudad contra el Austria. No es buen momento para distraernos de la Liga, pero tener presencia en Europa hay que disfrutarlo, porque no sabemos cuándo se va a repetir.

Objetivos

El fútbol no es justicia. Si así fuera, tendríamos al menos una Champions. El fútbol necesita que la pelota se meta en la red para que los datos concuerden. «¡Datos, más datos!», decía el robot en la ochentera peli ´Cortocircuito´. Pues eso quiero yo. Quiero datos que digan que escalamos como mandriles en la empinada tabla de clasificación. Quiero datos que digan que pasamos estos dieciseisavos de final. Datos que digan que Mestalla es invencible, que se llena a rebosar para animar y aplaudir, que el equipo aquí va en volandas y se va de viaje en las salidas con la moral por las nubes. Que Negredo mete todo lo que le llega. Sólo un detallito: los datos dependen ineludiblemente... ¡del factor humano! Menos mal que llega Pako Ayestarán.

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