Parto de la base de que jamás debió venir. Pero cuando hay un propietario que los pone, es él quien toma las decisiones. Para bien o para mal, el que manda, decide. Para eso arriega su dinero. Y para quitarnos de enmedio la pesadilla de Nuno, la elección no le ha andado a la zaga. Eso sí, es menos arisco y no lo trajo Mendes... Ahora con tres victorias seguidas y una goleada es fácil decir que hay que darle tiempo. Los mismos que dicen eso, volverán a cargar contra él cuando se pierda un partido. Y jugando así, esa posibilidad está más cerca que lejos, no nos engañemos.

Decir que el equipo no ha experimentado una ligera mejoría, Salvatore, sería tan necio como considerarlo un éxito. El partido contra el Espanyol fue un espanto. El del Granada no le anduvo a la zaga, aunque mejoró el encuentro realizado ante los ‘pericos’. Es decir, reconociendo que se ha frenado la caída a los infiernos, nuestra obligación es tener una visión global, periférica, de lo ocurre para despues contarlo o emitir una opinión. Frenar la caída no da para ganar crédito. El crédito aquí es caro. Esto es el Valencia. No vale con no bajar a segunda para aplaudir a un entrenador. Seamos serios.

La mía sobre Neville no puede cambiar por dos victorias ligueras amparadas fundamentalmente en la suerte que te faltó en otros partidos (Getafe o Sporting). La misma noche del 7-0 en el Camp Nou, si de mí hubiera dependido, hubiera enviado de vuelta a casa a Gary Neville. Sigo pensando que no está preparado para entrenar al Valencia. Al menos ahora a la bici le han puesto ‘ruedines’ para que no se caiga tanto, porque si la seguían conduciendo igual, esa bicicleta iba a estar más tiempo tumbada que de pie.

No te engañes Folgado, ¿para que cambia un equipo de entrenador? Respuesta sencilla: para mejorar. Y los datos son incontestables: Neville heredó un equipo noveno en la tabla clasificatoria, a un punto de los puestos que dan opción a jugar la Europa League la próxima temporada y a cinco de la Champions. A día de hoy, el Valencia es undécimo en la Liga, a siete puntos de los puestos de Europa League y a la friolera de dieciocho puntazos de los puestos Champions. Ergo la evidencia es incontestable. Trajiste un entrenador para mejorar tu situación y la has empeorado de manera ostensible.

Mi respuesta es un rotundo no. Esta temporada sólo se salva con un título. En la Liga sólo puedes aspirar a remontar hasta la sexta o séptima plaza. La única posibilidad que te queda a mano (después del funesto 7-0 del Camp Nou) es la Europa League. Si te parece, por mayo volvemos a hablar. Aunque no creo —ojalá me equivoque— que me den argumentos para cambiar mi opinión.

Lea más opiniones de Colaboradores, aquí