Victoria del Valencia. Así de fácil y así de sencillo. Una victoria que vuelve a dar alas a los de Gary Neville y les pone de nuevo con el gran objetivo de alcanzar una de esas plazas europeas. Vale, sí, el Valencia que vimos ayer no es ninguna garantía ni para jugar en España y muchos menos en una competición europea... pero se llevó el partido en un campo francamente difícil. Ojo, difícil no porque el Málaga sea un rival complicado y correoso. No, no es por eso. Lo de difícil lo digo fundamentalmente por el Valencia porque, cuando no te salen las cosas, simplemente no salen y todo se vuelve más espeso de lo previsible. Ayer el Valencia sí fue capaz de zafarse del ataque del rival y además mascó un par de goles que son en esencia magia pura. Magia de Kameni y magia de Cheryshev... autores de los dos goles del Valencia.

Habla y habla y habla

Destacar a cualquier futbolista del partido de ayer resulta complicado. Ahora, eso sí, no hay que cortarle el camino a ninguno de los jugadores que ayer se dejaron la suela del zapato en Málaga. Vale, sí, es cierto que el Valencia no jugó un gran partido... pero tanto da. Se trataba de ganar y eso se consiguió no sin sufrimiento. Y dentro de la nómina en el Valencia a mi me llamó mucho la atención la presencia de Javi Fuego en el equipo titular y en la influencia que pudo tener en que el Valencia al final se llevara esos tres puntos vitales. Javi Fuego no jugó un partido estupendo, es más, no lo jugó nadie. Pero yo sí vi a un tipo implicado que no paraba de hablar con sus propios compañeros y de empujar sin descanso para llevarse la victoria de Málaga.

Y más y más y más...

Javi Fuego volvía anoche al equipo titular y por su implicación yo debo decir que eso me parece de una justicia futbolera fuera de lo común. Javi lo da todo, habla con todos, ocupa su posición con solvencia y de alguna forma a mi me obligó anoche a olvidarme por unos minutos de Enzo Pérez y la lesión que le dejó fuera del equipo. Miren, este Valencia tan indolente en defensa necesita tipos implicados como Javi Fuego y Enzo Pérez para darle algo de frescura al equipo. Fuego no hizo ayer un partido excepcional. Pero sí fue lo suficientemente importante como para ser merecedor de estas líneas del día después. Repito lo dicho antes, la posición del equipo y el precedente ante el Athletic obligaba a jugar un partido valiente desde el minuto cero, y eso fue lo que sucedió ante el Málaga y lo que caracterizó de forma absoluta el fútbol de Javi Fuego. Repito, no hablo de aciertos o errores, sí hablo de implicación y es en ese punto donde para mí Javi Fuego fue el tipo más destacado del partido. Implicación y valentía. Dos características de un tipo tan estupendo y tan implicado como Fuego.

Miremos arriba

Vale, sí, ya se que no queda mucha Liga y que este Valencia va a pasar este año con bastante más pena que gloria. Ahora bien, me van a permitir la licencia de mirar con cara de despistado hacia arriba y a contabilizar los partidos que nos quedan para dar caza a uno de esos puestos que dan derecho a jugar partidos europeos. Y vale, sí, es obvio que el tema está difícil y que a este Valencia le asaltan un montón de dudas en todos los encuentros para convertirlo en una apuesta firme. Pero miren, yo prefiero mirar hacia arriba en la tabla en lugar de adivinar cuantos puntos me separan del descenso. Es más, del descenso ni pienso. Pero si pienso en las escasas posibilidades de estar en Europa la próxima temporada y me pongo de los nervios. ¿Podemos? Pues miren, mientras todos nos hacemos esta pregunta yo respondo afirmativamente. Está difícil, nos viene un calendario complicado, pero el fútbol su nutre de ilusiones y yo en esto de las ilusiones soy como Javi Fuego: voy a por todas...

Más artículos de opinión de Vicente Bau, aquí.