En estos días en los que surgen multitud de obituarios sobre la figura del recientemente desaparecido Johan Cruyff y su legado, no estaría de más profundizar en las decisiones tomadas por el ´flaco´, más allá de la lírica de su visión del fútbol vistoso y ofensivo. Tanto Johan como su discípulo Guardiola, llevaron a cabo sendas labores de renovación de la plantilla prescindiendo de futbolistas por mucho nombre o tirón que tuvieran. Si Cruyff se llevó por delante a Robert Fernández o Valverde, a Guardiola no le tembló el pulso a la hora de eliminar de un plumazo a Deco o Ronaldinho, por poner ejemplos claramente identificables.

¿Porqué vengo a decir esto? Porque percibo un aroma en el ambiente a apocalipsis cuando se habla de la posible marcha de André Gomes. Tú, que siempre me a acusas infundadamente de defender la postura más populista -cualquiera que nos siga sabe que es falso- seguro que vaticinas el fín de los tiempos si el centrocampista portugués sale del club de Mestalla.

Y ojo, no te cojas a la demagogia fácil, que te conozco. No digo que André sea un futbolista del montón, tiene clase de sobra.

Pero mira, llegado el momento te repaso. Este año lleva dos goles y dos asistencias en la Liga. Cierto es que no es la mejor temporada del Valencia y que no hay jugadores que estén marcando unos registros mínimamente dignos. Pero si cogemos la temporada anterior, los registros tampoco son tan espectaculares: cuatro goles y una asistencia.

No estoy echando a André por tierra como respuesta a que pudiera marcharse. Es un gran futbolista. Pero sí te digo que igual hemos exagerado todos un poco su rendimiento. Igual es más bonito que bueno.

Mira, uno de los grandes transatlánticos del fútbol mundial, la Juve, es grande y lo vendió casi todo a lo largo de su historia. Repasa su historia: Vialli, Vieri, Rossi, Zidane... No tengo miedo a vender, no hay imprescindibles ni situaciones que no puedan revertirse. He leído que venía el apocalipsis cuando se marchó Don Mario Kempes (ojo, palabras mayores), y cuando el Valencia vendió a Mendieta o a Villa. Y el club de momento sigue en pie.

El problema no está nunca en los traspasos, está en el recambio. Recuerda conmigo: de Villa a Soldado, bien. De Soldado a Postiga, desastre. Y eso que Villa era mucho mejor que Soldado.

Si llega el momento de contemplar una buena oferta -nada de regalar a nadie- con buenos recambios no tiene que haber ningún miedo a los traspasos. Esa es la papeleta a solucionar. Todo lo demás literatura, Salvatore.

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