Empezó el viernes en el viejo coliseo Ciutat de València y acabó el domingo bien entrada la tarde-noche en el Nou Camp de Barcelona. Jornada completa y jornada redonda. Pero nos falta algo en medio de los dos acontecimientos. Y ese algo tiene nombre y apellidos: Valencia Basket. El domingo, un poquito antes de la paellita de rigor, fue capaz de endosarle una pila de puntos al Retabet.es batiendo todos sus registros anotadores. Como verán, siendo así, ganando el Valencia, ganando el Levante y ‘apalizando’ el Valencia Basket, el fin de semana deportivo no pudo ser más completo. Disfrutamos una vez, dos veces, tres veces... y eso significa que el mundo del deporte nos regaló un fin de semana espectacular. ¿Recuerdan ustedes hace cuanto tiempo no ganaban a la vez los tres equipos principales equipos de nuestra Comunitat? Pasen y lean, porque es para disfrutar.

Los de Ayestarán

Hay que ser justos y darle un punto favorable al técnico del Valencia CF. Es cierto que el equipo venía de no haber jugado partido entre semana pero no es menos cierto que el 0-2 se dibujó en la primera parte, en ese resultado tiene mucho que ver la disposición táctica de Ayestarán... y su capacidad para devolver la alegría a unos jugadores que habían perdido entre otras muchas cosas su capacidad creativa. Ese 0-2 de la primera parte del Camp Nou, sin Alcácer ni Negredo sobre el terreno de juego, marcó un antes y un después en la forma de entener el partido. La apuesta del técnico fue firme y el resultado en que transformaron los propios futbolistas esa forma de entender el fútbol fue más firme todavía. Es obvio que el FC Barcelona juega a fútbol y juega bien. Y sí, claro, tuvo sus ocasiones, bastantes, pero por ahí se encontró a un Diego Alves inmenso.

El gran reto

Yo de todo me quedo con la capacidad que enseñó de salida del Valencia en un campo donde el rival siempre te obliga a jugar con máxima concentración en la defensa, olvidándote la mayoría de las veces de atacar a Bravo y ponerle en apuros. El primer tanto del Valencia tuvo algo de fortuna, pero buscándola es como se consigue. Y el segundo gol, inmenso y definitivo, fue el resultado de una serie de toques del Valencia justo cuando el Barcelona más agobiaba en busca del empate. Fue una jugada magnífica, de lo mejor de la temporada. Tocaron muchos y todos los hicieron rápido y bien, como tiene que ser. Y esa jugada sobre el tiempo ya casi rebasado culminó con una genial asistencia de Parejo a otro jugador jovencísimo que no para de crecer. Santi Mina se abrió a la izquierda del ataque valencianista, recibió el balón ligeramente esquinado y tuvo el tiempo suficiente, y el acierto, de batir a Bravo lanzando un misil que se coló de forma fulminante en la portería blaugrana.

Sufrir, sufrir, sufrir

El final del partido, a raiz del gol de Leo Messi que acortó distancias, fue propicio para sufrir un infartito si tienes corazón valencianista. La defensa del Valencia fue épica e incluso Paco Alcácer tuvo en sus botas ese 1-3 que hubiera dado una calma absoluta a este partido tan bravo y tan intenso. El Barcelona se dejó en el choque algo más que los tres puntos y el Valencia contó por primera vez en mucho tiempo con el apoyo de ambas escuadras madridistas. Pero el fin de semana nos dejó algo más. Nos ofreció a un Levante UD que se queda a solo dos puntitos de la salvación tras remontar un primer y solitario tanto del Espanyol. Y nos regaló un partidazo del Valencia Basket, de esos que son imposibles de olvidar. Récord de puntos impresionante (121) y la sensación de que el equipo ha regresado a la senda de la confianza y las victorias. Como ven, el fin de semana tuvo un destacado aroma valenciano. Tres partidos, tres victorias. Y sí, siendo así, también les aseguro yo que resulta más fácil y más agradable escribir. Una delicia.

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