Desastroso. El Valencia CF que arrancó un punto en Getafe gracias a una genialidad de Negredo, cediendo un gol cantado a Alcácer no estuvo a la altura de lo esperado. Es más, si algún equipo mereció llevarse la victoria fue sin duda alguna el conjunto local. El duelo, contemplado por Peter Lim en vivo y en directo, deja abiertas todas las dudas del mundo. Vale, sí, es cierto que se enfrentaban un equipo que ya lo tiene todo hecho en esta Liga contra otro que precisamente se jugaba gran parte de sus aspiraciones de seguir en primera división la próxima temporada. Pero la tremenda desigualdad radicó en la intensidad demostrada por uno y otro. Mientras el Getafe fue de menos a más contrarrestando el gol inicial de Parejo, el Valencia fue de algo a casi nada en tiempo récord. Solo esa genialidad de Negredo cerca del final del partido evitó la justicia de una victoria local. Y sí, se esperaba mucho más y el Valencia se vuelve a llenar de dudas justo en la semana que debe recibir al Villarreal en su casa.

La intensidad

Que el equipo está mal preparado de la época de Gary Neville —herencia de Nuno Espírito Santo—es algo que ya sabemos todos. Y sí, es cierto que llegamos al choque de Getafe después de acumular tres importantes victorias en la liga de forma consecutiva, pero tengo una duda tremenda. Desconozco si eso es fruto del mal trabajo de Neville —si apenas has preparado al equipo luego a la larga este acusa su falta de preparación... es de cajón— o es fruto de la desidia de los propios jugadores. En sí el resultado importa francamente lo justo, es decir, casi nada. Lo importante en este caso es el sentido de la vergüenza que llegó a afectar a miles de seguidores del Valencia al comprobar como una especie de desidia y desinterés se apoderaba otra vez del fútbol de sus jugadores. Desidia y desinterés más que evidente. Un partido extraño que el Valencia CF estuvo a un paso de regalar al Getafe. Y sí, en este partido solo la calidad individual de los jugadores del Valencia fue capaz de competir contra el trabajo y la fe del Getafe. Marcó Dani Parejo tras una falta genial y marcó Paco Alcácer tras una asistencia genial de Negredo... y eso es todo el Valencia que pudimos apreciar en el Coliseum madrileño.

Y con Peter Lim

Lo malo del asunto es que parecía que el futuro del banquillo del Valencia CF iba a tener un dueño absoluto llamado Pako Ayestarán y el domingo todo se volvió un poquito más gris, precisamente con Peter Lim viendo el duelo en vivo y en directo. Lo que pudo ver fue un espejismo de partido. Después de tres victorias consecutivas contundentes vimos de nuevo al Valencia heredado de Gary Neville. Puede ser, y solo digo puede ser, que la mala preparación de Neville sea precisamente la que afecte a estos jugadores cuando tienen que jugar o han jugado entre semana. Es decir, Ayestarán puede haber trabajado con soltura la voluntad de sus propios jugadores, pero la duda está en saber si eso es suficiente como para superar una malísima preparación heredada de Gary Neville como míster. El equipo ante el Getafe nos recordó a ese grupo desnortado incapaz de plantear un partido con un mínimo de seriedad. Y repito, el asunto, el enigma, reside en saber si es una mala preparación heredada que no se cura en dos patadas o simplemente que los jugadores se dejaron ir.

La herencia

En el primer caso, en el caso de que jugar varios partidos seguidos con duelo entre semana pase factura de verdad —yo sí lo creo— tendremos que mirar de reojo a Neville y decirle lo que todos pensamos. Si por contra es fruto de un mal trabajo de Ayestarán lo cierto es que el futuro vuelve a abrir incógnitas indescriptibles. Yo entre una cosa y otra, entre un buen Valencia con Ayestarán con un calendario sosegado y un mal Valencia con Ayestarán con un calendario cargado y pocos objetivos que cumplir que los ya cumplidos, me quedo con lo primero. Digo, para ser más claro, que este Valencia no se cura de la mala herencia de Neville en un visto y no visto. ¿Si Ayestarán es bueno o malo? No me toca a mi responder a esta pregunta. Miren a los ojos a los jugadores, miren a los ojos a los jugadores que actuaron frente al Getafe, y pregúntenles sobre el cansancio acumulado y la mala preparación. Quizá por ahí encontremos respuesta a lo sucedido este pasado domingo.

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