Salgan y den un buen espectáculo. Que no se nos olvide esa premisa, porque esta semana se nos ha olvidado (ojo, a mi el primero). Que luego es un duelo de rivalidad y vamos a exigir que se dé la cara ante el Villarreal para que allá no saquen pecho si se llevan el gato el agua.

Ya sé que en Mestalla no cae bien el Villarreal desde que creció y empezó a mojarte la oreja. Pero partiendo de la base de que no son tan perfectos como los pintan, si crecieron -en una parte- fue en base a darle importancia a partidos cómo el de hoy. Supieron darle valor a esta rivalidad y eso les motivaba. El anhelo de ser incómodo para el equipo grande -y la obsesión por lo que representa el equipo que viste de blanco y de negro, consecuencia de alguna manía persecutoria-, les hizo crecer.

Y ahí están, en unas semifinales de la Europa League, mientras el Valencia CF sigue a la búsqueda de una identidad que permita dejar entrever un proyecto identificable en sus líneas maestras. Caerá mejor o peor, pero eso el Villarreal lo tiene.

Y lo tiene porque empezaron a darle importancia a estos partidos -se jugaran o no se jugaran nada- cosa que no hizo nunca el Valencia desde la atalaya de ser el club más grande de fútbol de la Comunitat (y a quien no le guste, que se dé un paseo por la sala de trofeos). Tampoco hay que echarle una culpa excesiva al Valencia. Repite el error presente en todo el fútbol mundial de los grandes con los pequeños (a ver si os creéis que el partido contra el Valencia es importante para el Madrid), pero lo bien cierto es que en su intención de crecimiento continuo hasta intentar igualar al equipo que les nutrió en sus inicios, el Villarreal siempre encaró este enfrentamiento con la intensidad adecuada. Hasta tal punto que han conseguido que sea el ´Derbi´ de mayor rivalidad del fútbol valenciano.

Y digo que hay que darle la importancia adecuada porque sin aspiraciones europeas, esta semana hemos hablado de todo menos del partido. Me veo en la obligación de recordar que quedan tres partidos en los que honrar el escudo, que bastante se ha pisoteado ya esta temporada, y en el que hay que mantener la octava plaza (hay en juego una porción de los dineros de la televisión para la temporada próxima.

Y la verdad es que hemos estado hablando del banquillo, de los que vendrán, de los que se irán, del jardinero... Hemos estado hablando de todo menos del partido.

En eso, la verdad es que no hemos ayudado en nada al equipo. Hoy exigiremos que se batan el cobre y den la cara ante el Villarreal (cierto es que también es su obligación). Así que esperemos habernos despistado el resto (repito, yo el primero), como para haberlos dejado trabajar con la tranquilidad necesaria.

Así que ya saben: salgan ahí fuera y den un bonito espectáculo.

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