Amar el fútbol, amar el juego, no supone entenderlo hasta el punto de gestionarlo correctamente cuando eres un recién llegado, por muchos ceros que tengas en tu cuenta corriente. Que seas un top en la lista Forbes o un empresario made himself con numerosas empresas de cualquier pelaje que van como un tiro, no te garantiza tener éxito en un deporte tan caprichoso como el fútbol, ajeno a cualquier razonamiento lógico que se cumple en otros ámbitos económicos. El fútbol es diferente. Después del fracaso de esta temporada, Peter Lim está más cerca de la abrupta reflexión que hizo recientemente en la ciudad el periodista José María García que de la amable frase que le regaló el lunes Joan Laporta, abordado por un enjambre de periodistas. Lim no sabe distinguir un balón de una palangana, dijo García. Peter sabe mucho de fútbol, aseguró Laporta. García, como es habitual en él, llevó al extremo la comparación pero este curso el esperpento de la propuesta de Meriton la admite. Ha sido un descalabro.

No soy original, porque ya está muy trillado, pero este argumento también es muy significativo. Peter Lim, desde su palco privado en Mestalla, sentado como un César romano -esperemos que no sea Nerón-, contempló el domingo un proyecto deportivo: el del Villarreal CF. También con un gran propietario al frente pero con una gestión más eficaz, el submarino agujereó el barco de papel que había reconstruido Ayestarán en clase de manualidades. Primer equipo y escuela de jugadores. El vecino del pueblito, como se le conocía despectivamente, el Villafilial, ese al que le prestabas jugadores, se ha convertido en el mejor club de la Comunitat. Proyecto e ideas claras. Trazar un rumbo, una línea y seguirla. De eso se trata. El Villarreal hoy en día es un ejemplo. Espero que alguien se lo haya explicado a Lim. Tendría que ser Suso, obvio, porque ni Lay Hoon Chan ni Kim Koh lo saben. Y esa ignorancia sobre el fútbol, normal por otra parte, porque su cometido hasta llegar aquí era otro, está estrangulando al club. Eso y que Jorge Mendes, que sigue meciendo la cuna, no ha acertado con el perfil del jugador.

Ahora, tras la inversión realizada y tirada al contenedor en una dañina planificación deportiva, llegan los recortes al primer equipo y a Paterna. Y, de momento, la única diferencia que se aprecia dentro del hermetismo de Meriton -lo único que hacen bien es callar- es que van a cambiar jugadores adolescentes brasileños o portugueses por jóvenes españoles. Ayer la UEFA publicó una foto en twitter. Simeone en un corro con sus jugadores. A su lado, el Mono Burgos con el ceño fruncido y el Cholo con un dedo en la boca mandando callar. Esa imagen habla de muchas cosas. De todas las que carece el Valencia. Por ahí debe empezar el proyecto. Por el entrenador.

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