Semana rara esta. Aunque no por ello imprevisible. No se ha hablado nada del partido que tiene hoy el Valencia. Y ojo que el rival no es cualquier cosa. El renacido Real Madrid de Zizou quiere seguir optando a la Liga ante un Valencia que se presenta amenazante en el Bernabeu. Más que por la temporada del club de Mestalla -injustificable, la mires por donde la mires- por esa cualidad que ha acompañado a los de Mestalla en las tres últimas visitas al Bernabeu. Miméticas en cuanto a producirse ante un Madrid en las últimas jornadas cuando los de Concha Espina se están jugando la Liga. De estas tres visitas (contando la de hoy) el Valencia ha arrancado dos empates y le ha fastidiado la Liga a los capitalinos. Negar que dicha circunstancia provoca una especial satisfacción en la hinchada blanquinegra, es negar que los colchoneros se alegran de las derrotas de los blancos o que el Betis no goza con cada derrota del Sevilla. Sigo pensando que el fútbol, a grandes rasgos, es igual en todas las latitudes del mundo.

El futuro

Así que toca pensar en el futuro. El presente no da para más. Y espero que de eso haya sacado conclusiones el propietario. Si Peter Lim vino -y así lo creí y lo manifesté desde un primer momento- a hacer negocio -valencianista desde pequeñito no es- no hay negocio más rentable en el mundo del fútbol que ganar. De la misma manera no es complicado aventurar que no hay empresa más ruinosa en el mundo del balón que perder. Si es cierto que Lim -está por ver- comienza a escuchar más voces que la de Mendes „siempre va a estar ahí, no se engañen„ a la hora de planificar, los modos que se intuyen en Suso García Pitarch me invitan a un optimismo moderado. No olvidemos que aquí la última palabra la tiene el propietario.

La columna

Pero por ejemplo Suso tiene claro que un equipo comienza a partir de una columna vertebral. Portero-centrales-medio centro-delantero. Y esta semana hemos podido comprobarlo en la apuesta por Ignacio Camacho. Que no va a ser fácil, ni mucho menos, pero que de largo es el futbolista -por la idea que supone- que más me ha ilusionado de todos los que suenan. Suso ha estado en todas las reuniones con el propietario y su teléfono echa humo. Su trabajo lo está haciendo, no me cabe duda. Pero falta saber qué influencia tendrá a la hora de la verdad en las decisiones del amo que en quince días se ha fotografiado dos veces con Jorge Mendes. Y eso me produce cierta preocupación. Así que, cuando los hechos torpedeen el silencio, veremos si el verano siembra la esperanza o si alimenta la preocupación. Los ejemplos de cada platillo de la balanza, los hemos visto este año. Y algunos no están muy lejanos.

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