El árbitro del partido contra el Real Madrid cumplió con todas las previsiones. El hombre, llamado Fernández Borbalán, firmó una actuación absolutamente parcial a favor del Real Madrid... pero sus pecados serán considerados como veniales e incluso desaparecerán de las portadad de esos diarios que tienen por apellido el nombre de nacional, pero que en su fundamento y casi en su nombre son por encima de todo madrileños y madridistas. Miren si son madridistas que les voy a contar una anécdota que no debería contarles, pero que no me resisto a compartila con todos ustedes.

Eso es así

Es sencillo. Casi todos los profesionales deportivos que tienen su culo aposentado por Madrid son más del Atlético que del Real, pero saben que siempre tienen que informar primero del Real Madrid -digo a favor del Real Madrid- y luego de lo que haga falta. Y sí, por ahí vienen los tiros. El Valencia sufrió ante el Real uno de esos arbitrajes que suenan a cachondeo. Antiguamente eran llamados sin ningún rubor como «chorizada», pero chorizada a favor de los de siempre claro. Y así sucedió. El Madrid jugó un partido con la cabeza más en Europa que en pensar en derrotar al Valencia y el Valencia, que no iba especialmente a por nada al Bernabéu, se encontró sin rebote ni nada con un árbitro que hizo su labor como siempre gusta en el Comité de los susodichos. Ganó un Madrid más pobre que de costumbre y lo hizo como suele ser habitual contra el Valencia. Le dieron un gol que debió ser anulado y expulsaron a Rodrigo por decirle al linea «eres un cagón», cuando en el mundo del fútbol eso es casi como una palmadita en la espalda por el fallo cometido.

Llorones, llorones

Total, que sí. Que en Valencia somos llorones por naturaleza o al menos eso es lo que dicen esos periodistas aficionados del Atlético que tienen que rendir pleitesía permanente al Real Madrid. Y vaya, que un partido que para el Valencia era muy poquita cosa va y resulta que nos pone los pelos de punta y nos hace cabrear un poco por lo de siempre, por la tomadura de pelo y la injusticia. El gol de Benzema jamás debió subir al marcador. Es un insulto para cualquier persona que haya jugado al fútbol y es un insulto al sentido común de los humanos más pequeñitos que se quieren hacer una idea de qué va este deporte llamado fútbol. Con todo y con eso, con darle un descarado gol de ventaja a un Madrid absolutamente desnortado, lo más grave del asunto llegó en la segunda parte con la expulsión de Rodrigo por decirle al linea «eres un cagón» -algo que los futbolistas profesionales de cualquier equipo dicen bastante a menudo- y por esas tres faltas al borde del area del Madrid en los instantes finales que el árbitro se encargó de no señalar para rendir pleitesía tanto a su Comité como de forma indirecta al propio Real.

Queda poco

Bien, este desencuentro con el Madrid, injusto con un Valencia que mereció al menos eso, justicia en el Bernabéu, en el fondo nos viene bien para hablar de algo real que se empeñan en ocultar en Madrid por los siglos de los siglos. Sabemos que el Valencia ya no pinta nada en la Liga y lo realmente importante, lo que nos debería preocupar es algo que va mucho más allá de una nueva ´chorizada´ en el Bernabéu. Nos debería preocupar el Valencia del futuro, lo que va a pasar, lo que nos espera para la próxima temporada. Pero yo que quieren que les diga, no soy madrileño ni vivo en Valencia pensando en lo que puede pasar de aquí a varias semanas. Yo de momento estoy cabreado y más cabreado todavía porque no esperaba que el Valencia mostrara una cara tan atrevida en esta visita al Bernabéu. Y sigo cabreado pensando en el árbitro, en la expulsión de Rodrigo, en el gol de Benzema y en tantas y tantas cosas. Simplemente es de vergüenza. La chorizada se ha instalado de por vida en el Bernabéu y mis compañeros madrileños miran para otro lado. Periodismo lo llaman. Llorones nos llaman. Y sí, yo seguiré llorando cada vez que piense en el Bernabéu. Huele a chorizo de forma permanente.

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