No pienso en el futbolista. Sí pienso en la persona, en Paquito, ese futbolista muy joven que pese a su corta edad no para de recibir una puñalada tras otra. Y sí, la última, la que sin duda alguna le ha dejado medio conmocionado, no tiene nada que ver con el Valencia y sí con la Roja. Del Bosque se lo ha cargado de forma ignominiosa. No le ha convocado. Y eso, se mire como se mire, es una guarrada de considerables proporciones. Podía escribir que no es justo que a Paco Alcácer la quiten la golosina de la boca cuando se ha tirado casi una temporada entera viendo pasar situaciones dantescas sin apenas tener nada que ver con el asunto. Pero no lo voy a hacer. Sí les voy a escribir del mejor goleador de la Roja en la fase de clasificación de la Eurocopa y del silencio suciete de Del Bosque cuando dio la lista de convocados.

El desastre

Y sí, el señor Del Bosque dio la lista previa de convocados por España y apenas dedicó unos segunditos -¿o ni siquiera hizo eso?- para justificar la ausencia de su mejor goleador en la fase de clasificación. Miren, eso en el mundo del fútbol y en cualquier otro mundo al que recurramos se define con una palabra bastante soez pero a la vez muy clarificadora. Guarrada. Esa es la palabra. Guarrada por el tiempo y por la forma. Guarrada que se convierte en casi una puñalada durísima para un jugador muy joven que ha pasado una temporada extraña. No es justo, se mire por donde se mire. Vale que la temporada del Valencia ha sido un desastre y eso lleva acarreado un descenso inequívoco de todos sus jugadores. Pero esa no es la causa de la ausencia de Alcácer. Del Bosque ha sido infiel a su propia causa. ¿Que Alcácer no ha rendido demasiado? ¿Acaso Iker Casillas sí lo ha hecho?

Muchos favoritos

La selección española ganó un Mundial con absoluta justicia pero a partir de ese instante no ha sabido evolucionar con normalidad. Del Bosque ha perdido los papeles y a fecha de hoy el nombre de España -hablando de fútbol- queda muy lejano para muchos. Para mi sí, sin duda. Uno es valencianista de corazón -soy valencianista de corazón- y tengo la sensación de que estoy perdiendo mi sintonía de forma alarmante. En el club manda un señor de Singapur que está a miles de kilómetros de aquí y da la impresión de que incluso el primer equipo del Valencia camina dando pasitos cortos y mal trazados, sin ninguna dirección decente para tomar un camino. Ahora, hoy, es cuando se están decidiendo muchas cosas en Singapur, pero yo les aseguro que me hubiera gustado que desde el propio Singapur alguien hubiera tenido una frase de apoyo o alguna idea de apoyo para que don Paco Alcácer no se sienta tan abandonado de todo el mundo.

Lo que fue

Y sí, el Valencia lleva una línea recta de cara a un precipicio futbolero que empieza a dar cierto miedo. Recuerden, sin ir más lejos, que siempre ha habido presencia de valencianistas en la selección en los últimos años... menos ahora. Alcácer de alguna forma recogía el testigo que han dejado un número infinito de valencianistas en la selección. Y nos hemos quedado sin él. A mí me duele por Alcácer, me duele por España y me duele por el recuerdo enorme de esa Roja que lo ganaba todo con un montón de valencianistas en sus filas. Hemos pasado del todo a la nada en muy poco tiempo. Difícil de digerir para cualquier persona y más si eres periodista. Al final mi corazón se queda con Paquito Alcácer y muy lejos de Vicente del Bosque. Siento que la Roja me ha traicionado de forma indigna. Y sé que esa misma Roja le ha dado a nuestro Paco Alcácer un bofetón descomunal.

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