Que necesita unos días para decidir, dice. Definitivamente vivimos en un planeta diferente al de Peter Lim. Este hombre no entiende de ese estrés que marca nuestras vidas, de las prisas por llegar a tiempo a los sitios, de la necesidad de decidir qué avenida tomamos para evitar un atasco… «El tiempo pasa tan despacio en Sildavia», cantaba la Unión. Singapur, debe estar en el planeta Sildavia, si no no lo entiendo. Resulta que Suso García Pitarch le plantea la opción de renovar a Pako Ayestarán hace semanas. Después Peter Lim viene a España —Getafe y Valencia— mantiene reuniones varias con Suso, Layhoon e incluso cena con el entrenador. Esta semana Suso le presenta en Sildavia un listado con opciones, hace viajar a Ayestarán a la gira asiática, cena ayer con él en la misma mesa… ¡Y aún no ha decidido nada! Y más increíble aún resulta la paciencia de Pako, ese Rolling Stone que sonríe cual Mick Jagger por los escenarios de Singapur y Malasia sin saber absolutamente nada de su futuro…

Borrada

Todo esto demuestra, si es que no estaba ya claro, que el Valencia CF ya no está en Valencia. Está en Singapur. O en Sildavia, como quieran llamarle. Todo se cuece a miles de kilómetros de distancia. La ciudad deportiva y la plaza de la afición están vacías. Sólo falta ver pasar la bola de paja que rueda por todo desierto. Esta semana en el programa Super Murciélago de Levante TV hicimos la prueba. El ‘chalet’ de Paterna donde está el despacho de la dirección deportiva, cerrado a cal y canto. Suso García Pitarch está en Singapur. Pero, ¿y Vicente? ¿Y el resto de miembros de la secretaría técnica del Valencia? Entiendo y espero que de viaje también, cerrando operaciones. Es desesperante ver cómo el Villarreal ya ha presentado a un futbolista, o cómo el director deportivo del Betis se planta delante de las cámaras y repasa uno por uno el futuro de todos los componentes de la actual plantilla, y en cambio aquí en el Valencia no sabemos ni quién va a ser el entrenador. El hermetismo es absoluto y la amenaza tan manida cada temporada que lanzan los socios más pesimistas de ‘enguany no me trac el pase’ se puede convertir en realidad este verano. Sin un nombre de entrenador que ilusione, sin fichajes de jugadores que inviten a ir a Mestalla, sin noticias que motiven, la borrada puede ser histórica. Confiemos en que todo cambie en los próximos días, esos días tan eternos de Sildavia...

#laRojametocalasbolas

No soy anti España. Ni me alegro cuando pierde el combinado nacional. Simplemente que no me motivo con la selección y la poca ilusión que me genera me la quitan personas como el seleccionador. El marqués del Nabo se deja fuera a Paco Alcácer de la Eurocopa. Hasta ahí no deja de ser una noticia llamativa, y para mi una injusticia, porque Alcácer es el 9 de la selección. Así lo decidió Del Bosque y así lo corroboró el delantero con sus goles cuando vistió la camiseta roja en los partidos de clasificación. Pero lo peor de todo es la explicación posterior del ex entrenador del Real Madrid en Onda Cero: «Es que su equipo ha jugado muy mal». O sea, que la culpa es del juego del Valencia. Otro ataque del seleccionador al club de Mestalla. Como si el Chelsea de Pedrito, Cesc y Azpilicueta hubiera hecho ‘jogo bonito’... Por cosas como esta la selección me toca soberanamente las bolas.

Musta-Chori

Otra de las grandes injusticias de esa lista de 25 jugadores de Del Bosque es la ausencia de Raúl Albiol. Reconozco que no he seguido la temporada del Chori en el Nápoles pero los parabólicos me dicen que ha estado impecable. Creo que sería un fichaje muy interesante para el Valencia porque tiene jerarquía y, lo más importante, conoce la casa. Si el Valencia consiguiera retener a Shkodran Mustafi este verano podría tener una pareja de centrales de garantías para hacer una buena Liga —léase entrar en Champions League— y pelear por la Copa del Rey, las dos únicas aspiraciones del próximo curso. Evidentemente a Raúl le encantaría volver a su casa por muchas razones, pero la principal será tener cerca esos bocadillos de carne de caballo que Manoli le preparaba cuando volvía a Vilamarxant después de entrenar en la ciudad deportiva de Paterna. Una familia sensacional, los Albiol Tortajada.

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