Ya he hablado en más de una ocasión de mi hijo, mi primogénito. Sí, lo reconozco, siento fervor por el nano. Quizá sea amor de padre. El caso: nadie sabe lo que nos costó a mi y sobre todo a mi hermano „él hizo el trabajo sucio„ que el chiquillo fuera del Valencia. Futbolero como el que más, el nano apenas recuerda ver en Canal 9 la programación deportiva. Vamos, que se ha criado con Los Manolos y Pedreroles, sus únicas opciones de seguir la actualidad futbolera por la tele. La exposición a las imágenes de Cristiano en la rotonda de Valdebebas y de Messi vomitando en el campo ha sido máxima. Pues bien, pese a eso, es del Valencia. Va a Mestalla desde los 3 años, siempre que Tebas ponga un horario que permita la asistencia al público infantil. Ha tenido todos los equipajes posibles del Valencia, de Kappa, de Joma y ahora de Adidas, en toda la gama de colores: blanquinegro, naranja, senyera, de portero€ Y con 9 años ya no le engañas: observa cómo el Valencia no gana nada, mientras que equipos que le hemos vendido como rivales directos juegan finales europeas e incluso ganan títulos. Es muy duro. Pues bien, mini Sempere ha escuchado campanas de que Mestalla va a estar vacío el año que viene, que nadie va a renovarse el pase, que Ayestarán es muy malo y que vamos a vender a André Gomes y a Mustafi. Y pese a eso, ayer me preguntó: «papá, ¿vas a sacarme el pase?». Me emocionó.

El valor de Draper

Coincidió esta pregunta-petición de mi hijo con el anuncio de la nueva campaña de abonos de Peter Draper. En mi humilde opinión, el Valencia ha desaprovechado una gran oportunidad para enganchar a un buen porcentaje de desilusionados. La campaña de abonos es más de lo mismo: precios congelados respecto a la temporada pasada y un lema incomprensible: Vive el Valor. Parece una canción de Coldplay. Valor el que tuvo Peter Draper de salir a vendernos que bajaba los pases. Perdone, pero no. Los pases valen igual que el año pasado. Ese descuento del 5% ya se ha aplicado otros años en caso de domiciliación bancaria. Así que no venda motos. Estoy de acuerdo con el discurso previo del director de comunicación Damià Vidagany de que si eres del Valencia y quieres, te sacas el abono con independencia del precio „siempre que no sea abusivo„ y de las perspectivas de nivel plantilla que existan „este año, muy bajas„. Un ejemplo es el de mi hijo. Pero de ahí a vendernos la moto€ hay un trecho. No soy especialista en marketing, pero se podría haber enfocado la campaña de otra forma, dándole valor por ejemplo a la Copa del Rey, que es el camino más corto hacia un título, incluyendo también una hipotética semifinal. Total, es un partido más de los incluidos en el abono y la gente se habría ilusionado con la posibilidad de verse en una final. O fomentar la asistencia al estadio premiando con el pack Champions gratis para la temporada siguiente. La simple posibilidad de pensar en el himno sonando en Mestalla nos saca una sonrisa. Somos así de facilones.

Kostic

A falta de alicientes ´económicos´, el Valencia debe atraer al público a Mestalla con nombres. Es cierto que hasta ahora los que han sonado para llegar al equipo de Ayestaran como fichajes no ilusionan. Pero se nota que son perfiles de jugadores que tienen un trabajo de scouting detrás por parte de la secretaría técnica. Filip Kostic, serbio de 23 años del que sólo pueden darme referencias parabólicos como Pablo Leiva, té bona pinta. «Similar a Cheryshev pero más ofensivo, vertical, potente, buen golpeo de balón y sirve para ambas bandas. El día que está inspirado es un escándalo», así lo definió Leiva, quien añadió: «Le cuesta mucho hacer ayudas defensivas». Ojo a eso, que si queremos volver a ser un equipo rocoso e incómodo tiene que defender hasta el utillero.

Candidez

Vi la final de la Champions con mi amigo Anchel, madridista de cuna. Tuve sentimientos enfrentados. Cada cinco minutos quería que perdiera un equipo. Mi hijo, sí, el valencianista, iba con el Atlético de Madrid. Quizá porque sin darme cuenta le he inculcado mi ´simpatía´ por el Real Meseta. Y esto justamente fue lo que me hizo acabar contento con el desenlace. Pudo comprobar que el Atleti también pierde, que tampoco es capaz de ganar la Champions. El nano no entendía que me alegrara del fracaso del Cholo. Ya tendrá tiempo de comprender estas locuras nuestras. Como dice Jorge Iranzo, valencianista ilustre: «Antes de que acabe esta vida, el Valencia alcanzará al Real Madrid en Copas de Europa. Nosotros nos habremos muerto. Pero lo que no podemos ver es al Atleti ganar su primera Champions». Así somos los valencianistas. Os dejo, que voy a renovarle al nano el pase.

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