Esta semana leía a Jorge Valdano. Sí, no tuerzas el morro, a Valdano. Acaba de publicar un libro. ´Fútbol: el juego infinito´. A ti te gusta más Clemente pero todos tenemos taras, no te preocupes, medícate. Valdano siempre habla de la pelota. Defiende el juego desde la pelota porque el fútbol empieza en la pelota. Y aunque hay otro tipo de juego y de metodología, todos respetables, el que juega el balón, para mí sí, para ti no, es diferente.

¿Fichajes? El club debería empezar por conservar a André y crecer en torno a él „y a la pelota„, y a otros como Jaume, Ryan, Gayà, Cancelo, Villalba y Alcácer. El lunes preguntaste a la gente en la radio por cuánto venderían a André. El problema no es la cantidad de dinero. El problema radica en el bloqueo económico que padece el Valencia a la hora de moverse en el mercado porque, o vende su mercancía de outlet o va a tener que deshacerse de sus imprescindibles. El problema es que el Valencia se plantee deshacerse de un futbolista top de 22 años, obligado por una serie de restricciones económicas que creíamos superadas para siempre con Meriton.

En el mercado, el club está encallado a la hora de sellar cualquier operación. El fair play financiero condiciona pero también el hecho de que Lim, que los puso en las dos últimas temporadas, ya ha advertido que no los va a poner otra vez. Cuando tiró de talonario invirtió mal, derrochando una fortuna. Otra cosa es que en aquella campaña loca por ganar el proceso de venta, tan llena de propaganda como de populismo, se nos vendiera otra historia. La cuestión es que sin una nueva inyección de Lim, para maniobrar en el mercado, el Valencia, al que le siguen pidiendo una barbaridad por jóvenes sin hacer, casos de Kostic o Gustavo Gómez, se mueve muy lento y sus opciones sobre diferentes jugadores caducan o caducarán por la necesidad de hacer caja antes de acometer gastos.

Y caja se quiere hacer por Negredo, Piatti, Enzo o Alves. Eso sería el nirvana para Suso. Vender el exceso de equipaje por un buen precio que le permitiera acometer las operaciones que debería tener ya apalabradas. Pero la realidad es que está en manos del mercado y serán sus leyes las que diseñen la plantilla. Si no colocas a tus prescindibles estarás obligado a sacar a tus imprescindibles. Uno de ellos es André, al que tú defines como más bonito que bueno, y que para mí es bueno, bonito y, además, debería ser piedra angular sobre la que volver a levantar un proyecto. André, volviendo a Valdano y al maravilloso vocabulario argentino del fútbol, es un distinto. Y distintos hay pocos. El último en cambiarse en el mismo vestuario fue Silva. Y a los distintos, amigo, hay que conservarlos y dedicarse a gozar viéndolos jugar. En todo caso, aunque nos vendieron otro cuento, el club sigue n manos de los caprichos del mercado. Qué poquito ha cambiado.

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