Hay gente a la que siempre vale la pena escuchar. Aunque haya ocasiones en las que discrepes abiertamente de su discurso. Pero vale la pena tomar nota de lo que dicen. Este tipo de devoción se construye en la base de una larga carrera profesional y personal con poca mácula -errores todos tenemos y la perfección no existe- y con un halo de rectitud reconocido y a prueba de bomba.

Me pasó el miércoles. Tuve la fortuna de localizar en México al ´Ratón´, a Roberto Fabián Ayala -pongámonos en pie- ya que teníamos una charla pendiente para el Esports97-Nit de La 97.7. Era el momento de preguntarle por muchas cosas ya que su experiencia le otorga un peso específico a su opinión de los que se encuentran pocos. Conocer el punto de vista de uno de los dioses del Olimpo valencianista es un lujo muy recomendable que tuvimos la suerte de disfrutar.

Y de las muchas cuestiones que yo quería preguntarle está una que me reconcome desde que se ha iniciado esta nueva etapa en el Valencia CF. Todos sabemos que el propietario ha decidido cerrar el grifo del dinero después de dos años de darle la llave del contador a Jorge Mendes -nos guste o no, está en su derecho que para eso es el propietario-, así que el decorado para Suso García Pitarch no es el más sencillo para su trabajo.

No soy dado a las alabanzas ni a las críticas antes de conocer los resultados del trabajo de nadie y el de Suso se encuentra ahora en plena fase de máxima actividad.

Pero no dejo de reconocer que su tarea es complicadísima. A la hora de reconstruir una plantilla, lo tiene difícil porque la puñetera verdad es que no hay mucho que ofrecer a los jugadores que quieras contratar. ¿Dinero? Complicado, ya sabemos que ha llegado el tío Peter con las rebajas y la Premier se mueve en unos niveles inalcanzables para el fútbol español. ¿Europa? El equipo quedó el 12 la liga pasada. Así que ofreces enrolarte en un equipo sin proyección exterior que sólo jugará competiciones domésticas (Liga y Copa). ¿Proyecto? Hoy no lo puedes ofrecer tampoco, porque lo estás arrancando. Quizá el año próximo -si esto funciona- pueda ser una inmejorable carta de presentación. Pero a día de hoy hay que confiar en la labia de Suso.

Por eso cuando escuché a Ayala -que se vio hace dos veranos en una parecida- decir que a Suso le tocaba salir a pelear «con una espada de madera» pensé que no podía existir una metáfora más clara para definir la tarea que tiene por delante el de La Pobla de Vallbona. Sí que le veo una gran ventaja -no todo iban a ser pegas-. Con lo poco que tiene Suso ahora para ofrecer a quienes pretenda subir a este barco, lo que sí me queda claro es que quien se suba, actuará por convicción. O sea, que salvo que se empeñen en dejarme/dejarse mal, las ganas y el compromiso los doy por más que supuestos. Y eso, viniendo de dónde venimos ya me parece un gran paso. Si además se acierta en lo futbolístico, me sigo reiterando en lo que os digo desde hace semanas, ¿Low cost? Bienvenido sea. Aquí siempre se le sacó mucho partido a las apreturas.

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