En el año 2002 se estrenó una película que se llamaba ´Daños colaterales´. Arnold Schwarzenegger, Francesca Neri y John Turturro protagonizaban un bodrio que a primera vista parecía chungo, pero que en cuanto te parabas media hora a verlo veías que tu impresión se quedaba corta. No parecía un bodrio, lo era en toda su extensión. En cierta manera, daba lo que prometía.

Sin embargo, esa expresión que comenzó a utilizarse de manera masiva en la Guerra del Golfo, quedó ya instaurada en el lenguaje popular. Cuando Suso García Pitarch habló el día de la presentación de que la remodelación de la plantilla del Valencia iba a sufrir gran cantidad de cambios, muchos nos preguntábamos si esta circunstancia iba a ser posible. Esta semana ha sido decisiva para la salida para certificar las salidas de Yoel y Barragán y encaminar las de Piatti y Negredo. Además se certificó la llegada de Nani y en el comienzo de semana la de Medrán. Es evidente que Suso camina hacia la idea de una plantilla radicalmente diferente a la que perpetró la temporada 15/16

¿Garantiza eso el éxito? No, ni de lejos? Pero tras una campaña tan aciaga como la que dejamos atrás, creo conveniente el ir hacia una plantilla muy remodelada. Incluso con el peligro de no salir las cosas bien se está lanzando un mensaje al propio vestuario y al mundo del fútbol: si las cosas salen mal podremos acertar o equivocarnos, pero en este club no nos quedamos quietos. Y creo que ese mensaje es tan acertado como necesario.

Si la temporada pasada denuncié el que en el Valencia CF no pasaba nada aún con hechos muy graves, me toca ahora ser partícipe del cambio de cosas. Toca escoger ese camino aunque no tengas el éxito a corto plazo asegurado.

Como consecuencia de estas idas y venidas a la que se está sometiendo a la plantilla para su remodelación, siempre acaban afectados nombres con los que nadie contaba en un principio que piudieran estar en la rampa de salida. De hecho, los nombres de Parejo y Javi Fuego se han visto asociados a noticias sobre su posible marcha del Valencia. Más allá de la idoneidad o no de deshacerse de estos futbolistas (yo de Parejo no me desharía pese a su impopularidad en la grada), estos son los daños colaterales de una renovación profunda del grupo. Y digo más, si se quiere aspirar a algo distinto (y por encima del puesto en Liga, hablo de aspirar a ser un grupo digno que recupere valores y la tan cacareada cultura de club) se deben de asumir esos riesgos.

Probablemente le tocará salir a alguno de los que cada uno consideramos poco prescindibles, pero cuando haces en casa una reforma completa, casi siempre te toca tirar algún tabique con el que no contabas. Es lo que hay.

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