Me fastidia soberanamente que la polémica del botellazo y el ridículo del FC Barcelona en sus diferentes formatos -comunicado, declaración de vicepresidente y portadas de periódicos afines- haya tapado la auténtica realidad del partido del pasado sábado: un árbitro perjudicó al Valencia e impidió que puntuara. Alberto Undiano Mallenco se ha salido de rositas y, encima, ha recibido el reconocimiento del Comité Técnico de Árbitros -instancia que huele a naftalina- por haber acertado (sic) en el gol de Messi. ¡Manda huevos! Por descontado, de la segunda amarilla no mostrada a Busquets y del penalti de Umtiti a Rodrigo no señalado, ni mención. Eso sí, el ambiente era ´molt hustil´, como dice el vicepresident culé, Jordi Mestre. ¡Qué vergüenza! A ese señor le diría que si quiere ver un auténtico ´ambient hustil´ que se venga a mi casa a la hora de la ducha de mis hijos. En Mestalla, lamentablemente, se ve a muchos aficionados con camisetas del Barça que, encima, celebran los goles como si estuvieran en el Camp Nou. Y no pasa nada. En su estadio, sin embargo, los mossos d´esquadra han obligado a más de un aficionado del Valencia a quitarse la camiseta de su equipo para acceder a la grada. ¿No serán ellos los hostiles? De verdad, me enciendo. ¿Dónde están los ´valors´? ¿Y la ´humilitat´? Y no me olvido de Undiano, ¿eh? No me olvido. Tamara Gorro, tampoco.

Halloween en Riazor

Hay que pasar página y centrarnos en el partido ante el Depor del lunes. La ocurrencia de Tebas de poner al Valencia CF a jugar en el día de los pobres y olvidados ha convertido la semana en un eterno post partido del sábado. Estamos a viernes y parece que aún sea miércoles€Y tengo ganas de ver al Valencia en acción. La puesta en escena ante el equipo de Luis Enrique fue cuanto menos esperanzadora. Ver a ese Enzo Pérez exaltado al finalizar el partido buscando a Neymar y gritándole «eso lo haces en tu campo» es síntoma de que Prandelli ha enchufado al equipo en apenas tres semanas. Y lo hace competir, como se apreció en El Molinón y en Mestalla el pasado sábado. Se le pudo ganar al Barça, claro que sí. De hecho no se consiguió por dos razones: por Undiano y por cansancio. Nani dispuso de la gran ocasión pero el oxígeno no le llegó para que su disparo fuera entre palos. Más preocupante me pareció la actuación de Santi Mina y su mala gestión de las contras. La última, por cierto, desembocó en el penalti de Abdennour a Luis Suárez que se produjo porque previamente Parejo no tuvo fuerzas suficientes para tumbar a Messi. Afortunadamente, el equipo ha podido descansar esta semana y acumular sesiones de trabajo suficientes como para hacer un buen partido y ganar al Depor en Riazor en la noche de Halloweeen. ¡Riazor: este sí que es un campo ´hustil´ cuando lo visita el Valencia, señor Mestre!

#PremiosLaLiga

El pasado lunes los mecánicos de El Taller Deportivo de la 97.7 estuvimos en la Gala de los Premios de la LFP que organiza Javier Tebas. Leí mucho oportunista que criticaba a los compañeros de la prensa de Valencia -éramos muchos- que acudimos al acto. Argumentaban que su no presencia era una señal de protesta al trato que el Valencia recibe del estamento arbitral y de la Liga, por el tema horarios y etcétera. No comparto esa opinión y no entiendo esas guerras mediáticas. La noticia se estaba produciendo en tu ciudad, ¿y le das la espalda? Absurdo. Afortunadamente, conseguimos la declaración de la semana, el ´corte´ de voz que tanto revuelo ha levantado, que tantas páginas y tantos minutos ha llenado: Javier Tebas acusando a los jugadores del FC Barcelona de simular una partida de bolos y remarcando que le provocaron vergüenza con su teatro al recibir el impacto del botellazo. También contamos en primicia que el Valencia CF había localizado a un joven de Alzira como autor del lanzamiento. Todo eso por haber estado en la gala. ¿Qué hay de malo? Valors. Humiltat.

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