Empató el Valencia y arranca un nuevo punto en la era Prandelli. Dicho así, a toro pasado, parece una buena noticia para la escuadra blanquinegra. Pero eso es falso. El empatito es poco mérito para un equipo que necesita los puntos como el llover y además deja bien a las claras la sensación que ya tenemos todos de que esta plantilla está mal planificada de antemano. Nos falta un nueve y por ahí se pierde gran parte del trabajo del Valencia. Marcó de nuevo Rodrigo, que nunca ha sido un nueve que juegue de nueve, y eso permite al Valencia salir medianamente airoso de Riazor. Para mí es simplemente un empatito y la sensación inequívoca de que este equipo ha sido mal planificado en verano.

Un gol injusto

Se fue el conjunto gallego con ventaja en el marcador y si tenemos que ser sinceros eso es una injusticia para el Valencia y todos los amantes de un fútbol natural. El gol del Depor llegó cuando las manecillas del reloj avisaban ya del descanso y además tras un centro del Depor por la banda que le tocó cubrir ayer a un desangelado Abdennour. El gol fue claro y obligó al Valencia a hacer todo tipo de cambios en busca de equilibrar el partido. Y sí, llegó ese gol semi fantasma de Rodrigo Moreno, pero a continuación del empate el Valencia dejó en evidencia algo que ya sabemos todos antes de empezar el curso. Al fútbol se juega o se debe jugar con cierta normalidad con ese delantero centro de referencia y ese futbolista no existe en estos momentos en la escuadra de Prandelli.

Puntito escaso

Y sí, el Valencia logró hacerse con los mandos del partido pero por ahí pecó de una falta de madurez tremenda. Muchos jugadores casi infantes en la zona de vanguardia que no le otorgan al Valencia ninguna categoría especial. Nani, con las horas de fútbol que lleva encima, pareció el atacante más peligroso ante una desaparición en escena del joven Munir, que entró en la segunda parte y no aportó nada al equipo. Munir es un jugador criado para estar en un equipo dominador y dentro del área rival. Y ayer, para ser sincero, el Valencia sí dominó el balón pero no dominó el peligro. Y eso en fútbol es grave.

A por el Celta

Tras este empate llega la obligatoria obligación -y nunca mejor dicho- de sacar los tres puntos en la nueva visita en apenas unos días a tierras gallegas, Vigo en el caso que nos ocupa. En caso contrario, si el equipo no da muestras de contundencia y poderío yo me quedaré con la sensación de que estamos perdiendo el tiempo con un entrenador contrastado en el banquillo. Prandelli me gusta, pero me da cierto pavor la lista de nombres que tiene a su cargo. Poco jugador contrastado, mucho jugador por pulir, puestos sin cubrir como el vital del delantero centro y una sensación inequívoca de que Europa queda muy lejos para este Valencia... con Prandelli o sin Prandelli. Hay poca materia prima.

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