Fuimos unos 150 levantinistas los que nos dimos cita en el Municipal de Reus, un estadio coqueto donde la gente aprieta de lo lindo y en el que, hasta la fecha, ningún equipo había ganado. Valió la pena, y mucho, el tremendo frío que pasamos. Pese a estar semi-congelados, la victoria nos hizo entrar en calor. En la primera parte el Reus fue el que mas buscó el gol y hubo minutos en los que la sensación fue que se adelantaría. Pero el Levante, como bien está demostrando esta temporada, es un equipo tremendamente competitivo. Lo fue, sobre todo, en la segunda mitad, gracias una vez más a la perfecta lectura del partido de Muñiz metiendo a Rafael por Lerma y cambiando el dibujo. Mano de santo.

El Levante tomó el mando del partido, Natxo Insa parecía estar en todos sitios y el gran Campaña manejó los tempos. En una de estas, Roger cazó una cesión de Atienza para fusilar al meta del Reus. Partidazo el suyo una semana más y 10 goles ya en Liga que lo contemplan.

¡Que pase el siguiente!

El Reus pudo empatar en un par de acciones aisladas pero se encontró delante con un soberbio Raúl Fernández. El portero celebró su paternidad con una victoria y un merecido cerrojo en su portería. Desde el gol estaba claro que los puntos viajarían para València. La celebración del equipo junto a la afición desplazada hasta tierras tarraconenses estaba más que justificada. No hay duda de que la sintonía y el feeling continúan a más. Y es que las caras de los granotas durante el viaje de vuelta reflejaban la felicidad y la ilusión no sólo por el resultado sino también por el orgullo de ver los valores con los que estos jugadores nos representan en el campo cada fin de semana. Valores como la lucha, el sacrificio y sobre todo no rendirse nunca, jamás. Una defensa a capa espada del 'Cap, cor i collons'. El que nos tiene que devolver a Primera. Todos juntos lo lograremos. ¡Que pase el siguiente!.

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