Desde hace años tengo mucha información sobre el trabajo como entrenador de Fran Escribá, así que lo que está haciendo esta temporada con el Villarreal es algo que en absoluto me sorprende. A nivel táctico y defensivo el resultado es sencillamente espectacular. Ayer, ante el Atlético, perfectamente equilibrado entre defensa y ataque, rozó la perfección. No es casualidad que a día de hoy sea el equipo menos goleado de LaLiga con tan sólo 10 goles encajados en 15 jornadas. El Atleti se marchó de El Madrigal habiendo generado una única oportunidad. Como si se hubiesen invertido los papeles, fue el Villarreal el que le puso la agresividad justa al partido y el que tejió un sistema de ayudas colectivas que los de Simeone fueron incapaces de agujerear. Con las líneas bien juntas y dos laterales como Gaspar y Jaume Costa de muy buen nivel y que no son tanto de desborde, el Villarreal terminó siendo amo y señor.

Errores impropios

Pese a que el Villarreal está jugando en Europa League no hay que dejar de lado que el Atlético acumula un desgaste importante de la Liga de Campeones, donde en un grupo de los más difíciles ha quedado primero. Físicamente el Villarreal estuvo un punto por encima, a lo que hay que añadir que los dos primeros goles vinieron de fallos individuales impropios de los rojiblancos: el primero uno de Tiago y el segundo de Oblak. El mérito del Villarreal es todavía mayor si se tiene en cuenta que hasta ayer el Atleti era el segundo menos goleado con 11 tantos. Marcarle tres no es moco de pavo.

Fondo de armario

El once del Villarreal es a día de hoy y sin ningún género de dudas uno de los más competitivos de Primera. El centro del campo es top con Trigueros y una debilidad personal como Bruno Soriano. Y el fondo de armario del que dispone Escribá es un lujo. Esta vez no jugó Bakambu pero en ataque coincidieron nada más y nada menos que Pato y un Sansone que está un punto por encima. El Villarreal promete mucho.