Van Basten, otrora extraordinario futbolista y ahora trabajando como asesor de FIFA, ha realizado unas propuestas que han sido aplaudidas por muchos, sobre todo aficionados, y tildadas de locuras por otros, sobre todo gente del fútbol, como el entrenador del Stade Rennais francés, el antiguo internacional Gourcuff, que lo tilda textualmente de ser una "mierda inconmensurable"…

Palabras algo fuertes y sobre todo malsonantes, por lo que tendremos que estudiar lo que el ex delantero holandés nos propone. Las nueve novedades son algo de lo que se ha venido hablando en los últimos años, sino incluso décadas, pero lo que es extraño y ha movido a estas exclamaciones, es que todas las propuestas se han hecho de golpe.

La primera es la supresión del fuera de juego. Nada nuevo bajo el sol, porque es algo que se viene dirimiendo desde siempre y que tiene connotaciones casi filosóficas como la de ¿de qué vamos a discutir los lunes en los bares? Obviamente no es suficiente argumento para que se incline la balanza de un lado u otro. Da salsa al fútbol pero no veo ningún inconveniente en que se quite, ya que habría menos problemas en el campo y fuera de él.

La segunda es la de no utilizar la tarjeta amarilla sino la expulsión por algunos minutos (5 a 10) como si fuera una expulsión temporal del balonmano. Esto no creo que sea tan adecuado porque los jugadores pueden estar expuestos a lesiones musculares y en otros deportes la expulsión es de menor tiempo pero no creo que tuviera el mismo efecto que en un deporte de 7 que en uno en el que juegan once. La tercera es una aportación del ‘soccer’ americano en el que, si hay empate, se hace un una jugada a 25 metros de la portería para chutar como máximo en ocho segundos. Un invento USA pero al que no le veo recorrido. El empate es parte del juego y que desaparezca no creo que sea bueno. Los tres puntos por victoria si fueron una aportación interesante.

La cuarta es que los últimos diez minutos sean con tiempo real y que se pare cuando no esté en juego el balón y eso lo veo adecuado para evitar pérdidas de tiempo que se producen siempre a conciencia. La quinta, la que solo proteste el capitán al árbitro y que está recogida en el rugby también es adecuada.

La sexta es la de que, como en baloncesto, se elimine al jugador que haya cometido cinco faltas. Esto es, a mi criterio, un craso error, porque ¿qué tipo de faltas? Será igual la protesta que la falta en el juego y entre estas las de entradas duras o las de retrasar el juego o el balón. Me parece demasiado compleja la nueva propuesta y creo que sería mejor no intentarlo, aunque a los abogados de fútbol quizá nos vendría bien ese lío. En serio, lo desecharía.

La séptima no tiene que ver con el fútbol profesional sino con jóvenes y mayores de 45 años, es que el fútbol en esos dos segmentos de jugadores, se haga con 8 y no con 11 en el campo. No creo que sea adecuado porque va a parecer otro fútbol. Pienso que los jóvenes deben tener la posibilidad de interactuar con las mismas reglas, y solo es admisible que jueguen menos tiempo, pero eso está ya. Parece una medida poco pensada.

La octava es la de que haya menos partidos en la temporada, pero lo extraño es que FIFA cambió un partido solo (entre los campeones de Europa y de Sudamérica) por un torneo llamado la copa mundial de Clubes, que hace jugar más partidos, lo que parece un contrasentido. Por otro lado, el que se intente que haya 50 partidos máximo, lo que pide Van Basten, llevaría a reducir el número de clubes en los campeonatos, lo que no parece ser aceptable. Además, ¿ si así se hiciera, los que llegaran lejos en copas - nacionales o internacionales- deberían llegar a esos 50 partidos, pero los otros entonces quizá solo jugaran 30 o 40…, con lo que habría menos competición y menos ingresos. No lo veo.

Finalmente, se pide que pueda haber más cambios cuando se jueguen prórrogas y eso lo creo acertado, tanto desde el punto de vista futbolístico puro como el de la salud de los futbolistas.

Como vemos, hay que todo, como en botica, y habrá que elegir unas y otras no, pero lo que no se puede es crear un monstruo de Frankenstein, con reglas que no corresponden al fútbol. Otras sí pueden ser aceptadas y lo serán con el tiempo. Aprovechemos el que tenemos para leer o releer justamente la obra de Mary Shelley sobre Frankenstein, y esperemos que el fútbol no se transforme en eso…

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