El sábado viene al Ciutat un Córdoba que si bien a principios de temporada le disputaba el liderato al Levante, ahora mismo se encuentra en plena lucha por la permanencia. Un rival herido tras una dolorosa derrota en su feudo, así que mucho cuidado con él. La nota emotiva, eso sí, la pondrá la vuelta a casa de Héctor Rodas. Un jugador nuestro, de la casa. De esos que pese a no estar ya aquí, proclama su levantinismo allá por donde va. Un futbolista que en el corazón de todos los granotas está al mismo nivel que otros como Ballesteros o Iborra. Quizás por ello son grandes amigos. Héctor es de esas personas que se hacen querer, un futbolista que nunca ha olvidado de dónde viene. Estoy totalmente convencido de que, si pudiera, se volvería a enfundar la camiseta blaugrana hoy mismo, igualito que otro que ahora habita por el norte de España... En definitiva, seguro que la parroquia granota sabrá devolverle a Héctor todo el cariño que muestra a nuestro club el Kaiser del Cabanyal. Hay que cuidar a los nuestros y él siempre lo será. ¡Bienvenido a tu casa!.

Los pelos de punta

En la semana de San Valentín el Levante continúa enamorando cada día más a todos los granotas. Podrá no desarrollar un fútbol excesivamente vistoso, pero valores como el sacrificio, la lucha, el compañerismo y la nobleza elevan el sentimiento de orgullo de una afición que está a los pies de Muñiz y sus pupilos. Estuve en La Romareda y no tengo duda de que ese partido va a marcar un punto de inflexión.

Fue un desplazamiento especial con más de 400 granotas conscientes de que era el lugar idóneo para dar el enésimo golpe en la mesa. Todavía se me erizan los pelos al pensar en el orgullo que siento por los míos. Es precioso ver la comunión total que existe entre toda la afición y la manera en la que se seguían al unísono los cánticos que comandaban los Levante Fans, punta de lanza en Zaragoza con más de 100 personas.

Que me perdonen

El final del partido será uno de esos momentos que se nos quedarán a todos grabados en la memoria . Todos cantando ‘La manta al coll’ junto al equipo en una de las esquinas de una Romareda convertida por momentos en el Ciutat. Quizás peque de un exceso de optimismo o de ser algo atrevido, pero ya de regreso a València y meditando conmigo mismo en el autocar lo tuve claro: las matemáticas no fallan y los números están ahí. Quedan 17 partidos para acabar la temporada y tenemos una diferencia de cinco partidos con el tercer clasificado... Y es que con este panorama se me antoja prácticamente imposible que Getafe o Cadiz sean capaces de sumar la friolera de 16 puntos más que nosotros en los 17 partidos que restan. Así que después de una temporada como la última en la que tanto y tanto sufrimos los levantinistas, por esta vez me voy a dar el capricho de ir metiendo la botellita de cava a enfriar. Es algo que hasta los mas prudentes me podrán perdonar, ¿o no? ¡Siempre Levante!