Hasta la fecha el levantinismo está llevando incluso con cierto sosiego la temporada de nuestro Levante. A pesar de que los resultados tampoco han sido excesivamente abultados nunca, la sensación predominante es que el equipo de Muñiz camina con solvencia por la siempre difícil Segunda. Sin embargo, frente al convencimiento de que este año la primavera llegará de la mano del ansiado retorno a Primera, no debemos de olvidar que el levantinismo tiene abiertos dos frentes a los que quizás inconscientemente no les estamos dando la importancia que se merecen. Y es que, recordemos, que estamos en plena lucha por la permanencia tanto del Atlético Levante como de nuestro Levante Futsal.

Trabajo de cantera

Los chicos del Atlético Levante están teniendo una temporada enormemente complicada. Y el levantinismo debe de tomar conciencia de ello y de la suma importancia que tiene para el club mantener al equipo en la categoría de bronce del fútbol español. El fundamento de todo filial es el de nutrir al primer equipo de jugadores y que estos tengan un nivel óptimo para poder competir al más alto nivel. Ciertamente me preocupa y mucho cómo quedaría nuestro Atlético Levante en el caso de descender a la Tercera División. Es difícil poder echar mano de jugadores que apenas compiten en Tercera para suplir posibles carencias o urgencias en un equipo que de Primera División. En mi humilde opinión, el trabajo de cantera es un pilar básico en una entidad humilde como la nuestra. Un club que difícilmente va a poder competir con muchos equipos de élite a la hora de contratar a jugadores. No obviemos, además, que gran parte de la plantilla que está cerca de devolvernos a Primera la forman jugadores que en su día pasaron previamente por el filial como son los Roger, Iván López o Rubén García.

El genuino fútbol sala

Por todo lo anterior hago un llamamiento a todo el levantinismo para que tome conciencia de la situación y que entre todos intentemos darle fuerza y el máximo impulso posible al conjunto de Granero. Sobre todo de cara al tramo final de la temporada, en la que se decidirá si nuestro filial es capaz de mantener la categoría. Un llamamiento al más puro Orgull Granota que hago extensible, cómo no, a nuestro equipo de fútbol sala. Los de David Madrid, igual que los de Granero, también se encuentran en plena lucha por mantener la categoría en la liga nacional de fútbol sala. Tenemos la fortuna de ser el único equipo de la ciudad de València con un club en la élite del fútbol sala y debemos de sentirnos plenamente orgullosos de estos jugadores que luchan por mantener el nombre del Levante UD entre los mejores equipos de la mejor liga de fútbol sala del mundo.

Intentemos, por tanto, que de aquí al final de temporada tanto el pabellón del Cabanyal como la Ciudad Deportiva de Buñol sean dos ollas a presión. Nuestros chicos, sin duda, se lo merecen. ¡Siempre Levante!